Cinco años han transcurrido desde que las calles de Argelia se inundaron con las voces clamando por reformas políticas y un cambio significativo. El movimiento de protesta Hirak, que comenzó en febrero de 2019 como una manifestación pacífica contra el entonces presidente Abdelaziz Buteflika, ha sido una expresión palpable del deseo de la población argelina por un futuro más justo y democrático.
Sin embargo, el quinto aniversario del Hirak encuentra a Argelia sumida en un sombrío panorama de represión y violación de derechos humanos. Según Amnistía Internacional, las autoridades argelinas continúan asfixiando el derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica, silenciando las voces críticas de disidencia con un arsenal de detenciones arbitrarias y medidas represivas.
Desde la suspensión de la actividad del movimiento Hirak debido a la pandemia de COVID-19 en 2020, las autoridades argelinas han intensificado su campaña de represión contra la disidencia pacífica. Cientos de personas han sido detenidas y encarceladas arbitrariamente, incluyendo manifestantes, periodistas y defensores de derechos humanos, por el simple acto de criticar al gobierno.
Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, ha denunciado esta campaña de represión como una tragedia para la población argelina. "En lugar de escuchar las demandas legítimas de reforma, las autoridades han optado por silenciar la disidencia y sofocar la libertad de expresión", señaló.
La situación se ha agravado con la imposición de restricciones aún más estrictas a las protestas, exigiendo ahora una notificación previa para cualquier manifestación. Esto ha llevado a una mayor represión y detenciones masivas de manifestantes pacíficos, periodistas y activistas, que enfrentan acusaciones infundadas simplemente por expresar sus opiniones.
Es necesario que las autoridades argelinas tomen medidas inmediatas y decisivas para poner fin a esta espiral de represión. Amnistía Internacional ha instado al gobierno de Argelia a liberar de manera inmediata e incondicional a todas las personas detenidas por ejercer sus derechos fundamentales, así como a garantizar la libertad de expresión y reunión pacífica para todos los ciudadanos.
Quinto aniversario del Hirak
Este quinto aniversario del Hirak debe ser un momento de reflexión y acción para las autoridades argelinas. Es ya imperativo que pongan fin a esta represión despiadada y permitan que la voz del pueblo se escuche sin temor a represalias. La comunidad internacional también tiene un papel importante que desempeñar al presionar a Argelia para que respete los derechos humanos y el Estado de derecho.