La mitad de los estudiantes de entre 13 y 15 años de todo el mundo, unos 150 millones, dice haber sufrido algún tipo de violencia de sus compañeros de la escuela y uno de cada tres ha sido acosado.
Los datos los ofrece un nuevo informe de UNICEF titulado Violencia en las escuelas: una lección diaria, que pone de manifiesto que la violencia entre menores es algo generalizado en países de todo el mundo.
En lo que se refiere al acoso escolar, uno de cada tres menores asegura haberse sentido acosado alguna vez. Y 17 millones de adolescentes admiten haber acosado a un compañero. Los adolescentes LGTBI, los pertenecientes a minorías étnicas y los que tienen alguna discapacidad corren más riesgo de ser víctimas de esta práctica. El acoso no solo ocurre en el colegio, sino también en internet. “En un mundo digital, los acosadores pueden diseminar violencia, palabras e imágenes hirientes y humillantes tan solo con apretar un botón”, resalta el informe. A menudo, las víctimas de las agresiones en internet también son acosadas en persona.
Las repercusiones de este tipo de violencia son tangibles. Los niños víctimas de ciberacoso son más propensos a consumir alcohol y otras drogas y a saltarse clases. También suelen sacar peores notas y tener baja autoestima y problemas de salud. En las situaciones extremas, el ciberacoso puede llevar al suicidio.
Según el informe del Fondo de la ONU, tres de cada diez estudiantes en 39 países industrializados reconocen haber acosado a otros compañeros. Por sexos, UNICEF resalta que aunque niños y niñas corren el mismo riesgo, en el caso de las niñas es más probable que experimenten violencia psicológica mientras que los niños se enfrentan a un mayor riesgo de violencia física y amenazas.
Casi uno de cada tres adolescentes de entre 13 y 15 años asegura haberse visto inmerso en una pelea física en el último año. Además, la violencia derivada del uso de armas, navajas o pistolas en las escuelas se sigue cobrando víctimas.
“La educación es fundamental para construir sociedades pacíficas y, sin embargo, para millones de niños la escuela no es un lugar seguro”, aseguró la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. Para Fore, “los estudiantes se enfrentan cada día a múltiples peligros, como peleas, la presión de unirse a las bandas, acoso (en persona y en internet), disciplina violenta, agresiones sexuales y violencia armada.
Impacto en el aprendizaje
UNICEF/Adriana Zehbrauskas
“A corto plazo, esto perjudica su aprendizaje; a largo plazo, puede acarrear depresión y ansiedad y puede llevar al suicidio. La violencia es una lección difícil de olvidar que ningún niño tiene que aprender”, dice la directora ejecutiva.
UNICEF y sus socios hacen un llamamiento para acabar con la violencia en las escuelas:
- Implementar políticas y leyes que protejan a los estudiantes de este problema.
- Reforzar las medidas de prevención y respuesta en las escuelas.
- Instar a las comunidades y a las personas a que se sumen a los estudiantes para denunciar la violencia y trabajen para cambiar las costumbres en las aulas y en las comunidades.
- Recopilar datos desglosados de mayor calidad acerca de la violencia contra los niños dentro y fuera de las escuelas y compartir aquello que funcione.
Escuelas atacadas
UNICEF/Jemelikova
Unos 158 millones de niños y adolescentes viven en lugares donde hay conflictos y guerras. Para esos niños, las aulas no son un lugar seguro. Las rutas a la escuela suponen cruzar líneas de fuego.
En 2017, la ONU verificó 396 ataques en colegios de la República Democrática del Congo, 26 en Sudán del Sur, 67 en Siria y 20 en Yemen.
La guerra no es la única causa de muerte en los colegios. Entre 1991 y mayo de 2018, ha habido más de 70 tiroteos en escuelas de 14 países.
UNICEF está animando a jóvenes de todo el mundo a alzar la voz para acabar con la violencia dentro y fuera de las escuelas.