La Monarquía, como "vestigio" del franquismo, está afectada por la Ley de Memoria Histórica

09 de Julio de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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El 20 de noviembre de 2020 se cumplirán 45 años de la muertedel dictador Francisco Franco. La democracia que nació tras la Transición aúnno ha podido quitarse una parte del legado que dejaron esos años oscuros en losque se ofreció paz y una supuesta prosperidad a cambio del sometimientoabsoluto del pueblo al régimen. Todo ello, acompañado de la represión, lastorturas y los asesinatos que caracterizan a cualquier régimen dictatorial.

Uno de los vestigios vivos que dejó el franquismo fue que laJefatura del Estado estuviese ocupada por Juan Carlos de Borbón por obra ygracia de Francisco Franco. El pueblo, tras la muerte del dictador, no tuvooportunidad de decidir sobre el régimen que quería para la nueva democracia quenacía después de la destrucción del aparato legal franquista. Pasaron los años,se votó una Constitución, llegaron partidos teóricamente republicanos algobierno y el pueblo sigue sin tener oportunidad de poder elegir a su Jefe deEstado.

Para lograr ese blindaje, los Borbones han tenido siempre lapredisposición de los políticos de casi todo el orbe ideológico paraconvertirse en los guardias de corps del Palacio de la Zarzuela. Tanto elPartido Popular como los ultras de Vox han llegado, incluso, al ridículointelectual de afirmar que si se pone en cuestión la legitimidad de la Coronase está poniendo en duda toda la Transición.

Sin embargo, es esa propia defensa cerrada de la Monarquíala que está poniendo en peligro a la institución porque la están debilitandodesde un punto de vista de una legitimidad democrática que necesita del voto dela ciudadanía para ser obtenida, como hacen el resto de representantes públicosdel país.

Por tanto, al ser la Monarquía una herencia, un vestigio y ellegado más importante del franquismo, entra dentro de los ámbitos de actuaciónde la Ley de Memoria Histórica. Hay varios puntos dicha ley, y de la reforma quese está estudiando en la actualidad, que se pueden aplicar a la institución queactualmente ocupa la Jefatura del Estado sin haber sido elegida por el pueblo.

Juan Carlos de Borbón, por ejemplo, ocupó la Jefatura delEstado antes de la muerte de Franco en dos ocasiones. La primera en juliode 1974, cuando el dictador estuvo ingresado. En esa ocasión se ejecutaronactos tan importantes como la renovación de los acuerdos de cooperación conEstados Unidos. La segunda ocasión en que Juan Carlos de Borbón fue Jefe deEstado ocurrió en octubre de 1975. A partir de ahí, los borbones no abandonaronel cargo. Esos 20 días antes de la muerte del dictador a Juan Carlos de Borbónle dio tiempo para entregar el Sáhara Occidental a Marruecos, en contra de laspropias leyes de la ONU, pero garantizándose el apoyo de Estados Unidos, tal ycomo rebelaron los documentos desclasificados de la CIA.

Una vez muerto Franco, Juan Carlos de Borbón juró defenderlas Leyes Fundamentales del Reino y los Principios que alumbraban al MovimientoNacional. Tras hacerlo los procuradores en Cortes gritaron ¡Viva Franco! y¡Viva el Rey!

A esto hay que añadir que la Monarquía sigue vigente porque JuanCarlos de Borbón es el heredero de Franco y accedió a la Jefatura del Estadopor la Ley de Sucesión de 1947, en la que se indicaba que el dictadordeterminaría quién sería su sucesor. En España, la voluntad de Franco siguevigente en el tiempo y, por tanto, la Corona es un vestigio del franquismo comolo es el callejero, el Valle de los Caídos o un monumento conmemorativo de los«Caídos por Dios y por España» con sus yugos y sus flechas.

Por otro lado, Adolfo Suárez reconoció en una entrevistacómo había manipulado las cosas en el referéndum para la reforma política dediciembre de 1.976. En concreto, el expresidente dijo que «cuando la mayorparte de los jefes de Gobierno extranjeros me pedían un referéndum sobremonarquía o república…, hacíamos encuestas y perdíamos». Para evitar dar la vozal pueblo español incluyeron la palabra rey y monarquía en la Ley de ReformaPolítica y así justificaron que ya se había hecho un referéndum, algo que, comose ve, no fue así. En segundo término, para terminar de culminar lamanipulación, no dieron la oportunidad de que los y las ciudadanas españolaspudieran elegir el modelo de Estado en el referéndum de 1.978 sobre laConstitución. Esto fue un trágala en toda regla porque se metió en el paquetede la Carta Magna también a la Monarquía.

Estas dos consultas son las que utilizan como argumentoquienes defienden a los Borbones y su permanencia en la Jefatura de Estado,tanto en la derecha como en una parte importante de la socialdemocracia. Unargumento que es falso porque en ningún momento el pueblo español ha tenidola oportunidad de elegir libremente entre la permanencia del modelo monárquicoy la instauración de la República.

La única realidad es que la Monarquía fue impuesta de lamisma manera en que lo fue la Jefatura de Estado de Franco. Durante más de 40años los Borbones no se han sometido al democrático ejercicio de escrutinio porparte de la ciudadanía y, por tanto, su legitimidad democrática es casi nulaporque lo único que la salva es un artículo de la Constitución que lo que hace,en realidad, es dar legalidad al hecho de que sea la genética y no la voluntadpopular la que decida quién es el más alto representante de todos losciudadanos.

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