A sus treinta y siete años, Carlos Javier Salgado es el presidente del partido Unión del Pueblo Leonés (UPL) y concejal de ese partido por el municipio salmantino de Guadramiro. Es politólogo, Doctor en Estado de Derecho y Buen Gobierno por la Universidad de Salamanca y autor de varios libros, en varios de los cuales aborda la cuestión regional. En esta entrevista, realizada en Béjar, Salgado analiza varias cuestiones, entre ellas el espinoso problema que representa la España vaciada.
¿Qué es el leonesismo?
Somos un movimiento que busca y trabaja por conseguir lo mejor para la región leonesa. Pretendemos crear una comunidad leonesa porque creemos que sería lo mejor para gestionar los intereses de nuestra tierra y también para utilizar nuestros recursos de una forma más eficaz para los ciudadanos. La autonomía que pedimos para Salamanca, Zamora y León es porque creemos que sería una herramienta muy eficaz y necesaria para gestionar nuestros recursos y ponerlos al servicio de los habitantes de estos tres territorios. Nosotros somos un movimiento social, el leoneSismo, que tiene una trayectoria histórica que aspira a la autonomía de las tres provincias leonesas, algo a lo que se oponen los dos grandes partidos en España, pese a que en el interior de los mismos hay gente que se considera leonesista. El leonesismo aspira a la autonomía sin destruir España y defendiendo la unidad de nuestro país. Los ciudadanos, creemos, deben de ser los que decidan sobre este asunto y los que tengan la última palabra.
¿Cree que la idea leonesista acabará calando en Zamora y Salamanca como lo ha hecho ya en cierta medida en León?
Vamos creciendo. Por ejemplo, en las últimas elecciones celebradas en Salamanca en varias consultas hemos triplicado los votos, aunque hay que reconocer que nos falta todavía mucho recorrido para ser una fuerza relevante y determinante en nuestra región. Vamos poco a poco avanzando y lo que se trata es que en un futuro seamos una fuerza decisiva. Evidentemente, es en León donde tenemos más fuerza y donde ha habido una tradición histórica leonesista, a diferencia de Zamora y Salamanca donde el trabajo tendrá que hacerse pero sin contar con esa tradición y la ausencia de fuerzas leonesistas.
En un país con la tendencia al bipartidismo tan consolidada será difícil hacer política, ¿hay espacio para UPL?
Nosotros consideramos que sí hay espacio. Desde UPL, además, pensamos que nuestra aspiración de constituir una comunidad autónoma para los leoneses es justa y necesaria, algo que no reclaman los demás partidos políticos. UPL, por tanto, aporta algo distinto y que creemos que serviría para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos de Salamanca, Zamora y León. Nosotros tenemos una aspiración regionalista y nuestra vocación es nuestra tierra, algo que nos diferencia de los dos grandes partidos de España y que nos da identidad propia. UPL sigue en esa línea política, trabajando por las aspiraciones regionales de las tres provincias que integrarían la comunidad leonesa en un futuro.
El desafío de la España vaciada
Vuestro programa habla mucho del problema de la España vaciada, de los pueblos que poco a poco se van despoblando. ¿Qué fórmulas se podrían aplicar para solucionar ese problema?
Es un tema realmente complejo y que viene de lejos, agravándose año tras año. Desde luego, no hay una varita mágica para atajar el problema de la noche a la mañana, pero sí somos conscientes que hay que afrontarlo y revertirlo de alguna forma. Creo que tampoco se está haciendo nada desde las instituciones para afrontarlo y aportar soluciones. Tenemos pueblos muy envejecidos, casi sin jóvenes, e intentar repoblarlos con gente joven será una tarea ardua. Tenemos que evitar que esta tendencia se incremente, fijando a la población ya existente como sea, y aplicar medidas, como el reforzamiento o continuidad de los servicios públicos, para que la gente no se siga yendo e incluso lleguen nuevas poblaciones. Quizá de un día para otro no se solucionará pero garantizando esos servicios al menos la población que hay no se irá, pero el asunto es complejo requerirá nuestra atención y habrá que buscar fórmulas imaginativas,
¿Cree que creando una comunidad autónoma leonesa la calidad de vida de los ciudadanos de estas tres provincias mejorará?
Creo, sinceramente, que sí. Por ejemplo, si observamos que la Junta de Castilla y León tiene todas sus instituciones en Valladolid y repartir nuestro autogobierno entre las tres provincias evitaría el actual centralismo, ayudando a dar vida a las tres provincias y fijando población, aunque solo sean los funcionarios y sus familias. La economía giraría en torno a unos nuevos núcleos urbanos y también nos ayudaría para acceder a nuevas fuentes de financiación, como los fondos de cohesión de la Unión Europea (UE). Luego están los fondos transfronterizos, a los que también podríamos acceder, como provincias transfronterizas que somos. Por ejemplo, Valladolid ha recibido fondos de ese tipo sin ser una ciudad transfronteriza y Zamora, que sí lo es y tiene peores indicadores que la capital castellanoleonesa, ha estado al margen de esas ayudas. Creemos que esa comunidad autónoma tendría mejor acceso a varias ayudas que ahora no tiene y podría adecuar su financiación a las verdaderas necesidades de nuestra tierra.
Vemos en España que los nacionalismos periféricos no son nada integradores, sino más bien lo contrario. ¿Qué aportaría UPL a la política española y también una comunidad autónoma como León?
Nosotros creemos que una comunidad como la leonesa podría ayudar a vertebrar el Oeste de España, que siempre estuvo algo desvertebrado porque esta zona ha quedado integrada en Castilla y León y alejada de sus vecinos. Creemos que eso también ayudaría a las provincias de Ourense, Lugo y Cáceres, con problemas y desafíos muy parecidos a las provincias leonesas, y con las que compartimos nuestras lindes. Nosotros, UPL, desde luego no tenemos nada que ver con los nacionalismos periféricos, como el catalán, el vasco y el gallego, que no creen en España. Pero, desde UPL, sí creemos en España y queremos defender los intereses de nuestra región dentro de nuestra nación. Nos consideramos españoles y queremos seguir viviendo dentro de España, eso lo tenemos bien claro y que vaya por delante. Por este motivo, nos oponemos al sistema que se está buscando para que Cataluña tenga una financiación singular y que, finalmente, una de las regiones más ricas de España deje de contribuir a la financiación de los territorios menos favorecidos económicamente. Se rompe, en definitiva, con este último pacto PSOE-ERC, el principio de la solidaridad territorial simplemente para adecuarse al programa nacionalista de ir paulatinamente rompiendo los lazos con España. Paradójicamente, además, esta medida y este modelo de financiación lo firman dos partidos de izquierda que teóricamente buscan la igualdad de oportunidades y buscando la cooperación entre todos. Han hecho lo contrario, privilegiando a los que más tienen y dejando a un lado a los más desfavorecidos, como son las regiones más pobres de nuestro país. Se frena el desarrollo de los más desfavorecidos y se premia a los más favorecidos con una financiación que rompe el modelo de Estado solidario e igualitario, es mal paso el dado.
UPL, ¿de quién está más cerca?¿del PSOE o del PP?
Convergemos muchas veces más con el PSOE que con el PP, quizá porque tiene un talante que favorece mucho más el diálogo y poder pactar con ellos. Nosotros tampoco estamos cerrados a pactar con el PP. De hecho, aunque buscamos mayorías absolutas allá donde presentamos listas electorales, no estamos cerrados a pactar con el PP y el PSOE en determinados casos concretos, tal como de hecho hacemos. Hay pueblos de nuestra comunidad en los que gobernamos con el PP o el PSOE, en función de los resultados que se hayan dado en esos casos concretos. Luego si cualquiera de estos dos partidos presentan propuestas que son beneficiosas para nuestro territorio, las apoyamos sin dudarlo.