Reino Unido afronta una creciente amenaza de violencia por parte de grupos de extrema derecha que han dirigido su odio hacia despachos de abogados y asesorías promigrantes. Hoy, miércoles 7 de agosto, se prevé que continúen los disturbios y ataques racistas que ya han dejado 400 personas detenidas. La policía ha incrementado sus efectivos en 2.200 agentes y está monitoreando hasta 30 convocatorias a través de Telegram y redes sociales para evitar más ataques en múltiples ciudades.
Abogados y ONG
La alarma ha alcanzado a abogados especializados en asilo, derechos humanos y visados de migraciones, que han sido señalados con nombres y apellidos en estos grupos. 39 firmas de abogados, asesorías de derechos y ONG han sido identificadas como posibles objetivos de ataques esta noche. Los organizadores de los disturbios han ampliado su campo de acción desde los albergues para solicitantes de asilo hasta estos profesionales y organizaciones.
El pasado fin de semana se registraron incidentes graves, como intentos de incendio en albergues temporales para refugiados en Rotherham, el incendio de una oficina de asesoramiento en Sunderland y la irrupción de un grupo de racistas en un hotel en Tamworth. Estos actos reflejan una preocupante escalada de violencia dirigida no solo contra los inmigrantes, sino también contra quienes les brindan apoyo legal y humanitario.
Respuesta del gobierno y la comunidad internacional
Desde Downing Street, el primer ministro Keir Starmer se enfrenta su primera gran crisis política desde su victoria en junio. El gobierno ha lanzado un Programa Nacional Contra Desórdenes Violentos que incluye medidas de vigilancia e información, pero la situación sigue siendo crítica. La Fiscalía está trabajando para acusar rápidamente a los detenidos, aunque las redes sociales no han hecho lo suficiente para frenar la difusión de noticias falsas y discursos de odio.
La comunidad internacional también ha respondido. Los gobiernos de India, Australia, Kenia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Malasia y Nigeria han advertido a sus ciudadanos que tomen precauciones al viajar al Reino Unido. En Middlesborough, los manifestantes establecieron un punto de control en la carretera donde solo permitían el paso a ingleses blancos, lo que ha exacerbado la alarma global.
Redes sociales y la difusión de odio
La ola de ataques racistas comenzó con la difusión de una noticia falsa sobre un ataque en un campamento infantil en Southport. El bulo afirmaba que el atacante era un solicitante de asilo sirio, lo cual fue desmentido posteriormente. La desinformación se propagó rápidamente a través de redes sociales, amplificada por figuras de extrema derecha como Tommy Robinson y Nigel Farage. Elon Musk, propietario de Twitter, ha sido criticado por aumentar el alcance de estas cuentas extremistas, lo que ha exacerbado la situación.
Pat de Brún, de Amnistía Internacional, criticó los algoritmos tóxicos de las redes sociales que priorizan las ganancias sobre el bien social, alimentando el extremismo y la desinformación.
La respuesta de la sociedad civil
En respuesta a los ataques, grupos antifascistas han convocado acciones de defensa de los despachos y oficinas amenazadas, además de una movilización nacional para el próximo sábado, 10 de agosto. La resistencia antifascista ha sido crucial para dispersar a los grupos de extrema derecha en ciudades como Cardiff, Doncaster, Wrexham, Swindon, Nottingham, Preston, Leicester, Torquay y High Wycombe.
Hope not Hate, una organización que ha denunciado estos brotes de violencia, ha identificado a varios neonazis involucrados en los ataques. Entre los implicados se encuentran miembros de la English Defence League y activistas de Patriotic Alternative, así como hinchas de fútbol con antecedentes por actos racistas.
Influencia de la política y los medios de comunicación
Hope not Hate presentó en 2023 su informe Stoking the flames, que mostraba un aumento del 102% en la actividad de extrema derecha contra inmigrantes en 2022. El informe señala una correlación entre la retórica antiinmigración del gobierno y el aumento de la violencia. Medios como The Daily Mail, The Daily Express y The Sun han sido criticados por su cobertura sensacionalista, que alimenta el odio y la desinformación.
El escritor Richard Seymour ha señalado la conexión entre los discursos oficiales y el aumento de la actividad de extrema derecha. "Después de años de retórica incendiaria sobre la 'invasión' de inmigrantes y promesas de 'detener los barcos', esta ola de odio se ha trasladado al mundo real", escribió Seymour.
La creciente violencia de extrema derecha en el Reino Unido es un problema grave que requiere una respuesta coordinada y efectiva por parte del gobierno, la sociedad civil y la industria tecnológica.