En un escenario dividido y tensionado, donde cada paso es vigilado y cada palabra analizada, el presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha trazado una senda de reencuentro. "Cataluña está lista para el reencuentro total", proclamó, no sin sorpresa para muchos, en un llamamiento a la aprobación de una ley de amnistía. "En el nombre de España, en el interés de España", ha declarado Sánchez en el Comité Federal del PSOE, un escenario que se ha convertido en caja de resonancia de sus intenciones.
Para Sánchez, esta amnistía no solo representa una medida de gracia, sino también una forma de evitar un Gobierno de la derecha, lo que da a entender que la política actual está impregnada de movimientos estratégicos. Y aunque reconoce que esta amnistía no estaba en sus planes previos a las elecciones, su argumento es que "hay que hacer la necesidad virtud", dando a entender que, a pesar de todo, la amnistía no es el final del recorrido.
No obstante, como en cualquier escenario político, hay voces a favor y en contra. El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ha llegado a Ferraz con un semblante decidido, ha mostrado su rechazo a la amnistía, sosteniendo que, aunque pudiese estar al amparo de la Constitución, "no casa con los valores del PSOE".
Pero mientras algunos discrepan, otros apoyan la visión de Sánchez. El secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, por ejemplo, se muestra optimista ante un "gran apoyo" de la militancia del PSOE a los acuerdos de Sánchez para la investidura. Además, ha instado al PP a dejar atrás la confrontación en Cataluña, mencionando que, incluso sin hablar directamente de la amnistía, está claro que el trabajo que realiza el presidente en funciones apunta a la "reconciliación, el reencuentro y la convivencia".
En el ámbito de acuerdos y alianzas, el presidente del Gobierno del Principado de Asturias, Adrián Barbón, también ha levantado su voz a favor de la ley de amnistía, resaltando la necesidad de buscar consensos para la investidura de Sánchez. No obstante, también enfatizó que cualquier acuerdo debe enmarcarse dentro de la Constitución. Y, aunque confiesa no conocer todos los detalles, se muestra confiado en que lo acordado será conforme a la Carta Magna.
Finalmente, sobre el pacto entre PSOE y Sumar, Barbón no ha dudado en manifestar su respaldo, pues considera que ahonda en temas sociales relevantes, como el salario mínimo o la vivienda, temas que resonarán con muchos ciudadanos.
Sin duda, estamos ante tiempos de decisiones, cambios y búsqueda de consensos. El futuro de Cataluña, y por ende de España, está en juego, y solo el tiempo dirá si la senda trazada por Sánchez lleva a un verdadero reencuentro.