La gran mayoría de las fuerzas políticas con representación parlamentaria que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez han recordado en algún momento del último año que el gobierno no puede dar por hechos sus votos en el Congreso. La aritmética parlamentaria con la que Sánchez logró ser investido presidente es tan delicada que todos y cada uno de los partidos que le apoyaron saben que tienen un chollo, porque, para mantenerse en el poder, el presidente les dará lo que haga falta, aunque sea ilegal.
Tanto Junts como el PNV lo han hecho abiertamente. Otros, incluso sus socios de gobierno, han pactado con la derecha para hacerle ver a Sánchez que tendrá que pagar un precio muy alto por cada ley que pretenda aprobar, sea orgánica o no. Como dijo Yolanda Díaz, «así no se puede gobernar». Sin embargo, el sanchismo vive bajo los efectos del peyote y se encuentra en una realidad paralela en la que creen que tienen atados y bien atados sus apoyos parlamentarios.
Hoy, la secretaria general de Podemos, la exministra Ione Belarra, ha puesto nuevamente a Sánchez en su sitio y le ha recordado que sus cuatro votos son fundamentales para que el gobierno se mantenga.
En una entrevista en Radiocable, Belarra ha insistido en que «nos han dejado muy debilitadas pero no vamos a dejar de hacer política y por lo menos tenemos cuatro votos imprescindibles que pensamos utilizar para seguir mejorando la vida de la gente». La líder de Podemos, además, le ha recordado a Sánchez que su formación le dio su apoyo en la investidura sin pedir ningún tipo de contrapartida. Ese tiempo ha terminado.
Respecto a los Presupuestos Generales del Estado, Belarra ha sido muy clara al afirmar que, a día de hoy, el gobierno no ha abierto ningún tipo de negociación con los morados y que le parece una «falta de respeto a la ciudadanía decir que hay conversaciones cuando no las hay».
Evidentemente, Belarra no podía pasar por alto la cuestión de la vivienda, uno de los tótems de Podemos desde el mismo momento de su fundación. Ahí ha acusado a la ministra Isabel Rodríguez de vivir «fuera de la realidad» y de que no es consciente del tsunami social que se está gestando por esta cuestión.
Es más, ha insistido en que el gobierno de Sánchez está decepcionando a los votantes progresistas y que su gestión no se diferencia en nada de lo que habría hecho el Partido Popular. Por esa razón, ha reivindicado nuevamente sus cuatro votos de cara a los PGE, no sólo para sacar adelante las cuentas públicas, sino para rescatar a Sánchez de su «giro a la derecha».
Belarra también ha acusado a la ministra de Vivienda de recurrir al argumentario de la extrema derecha cuando, tras llamarla «rentista», atacó a Podemos diciendo que sus propiedades «no valían ni a la mitad del chalet de Galapagar». «El PSOE no acepta que haya una izquierda a su izquierda que le plante cara, que vaya más allá de los límites del PSOE. Una izquierda que responda a sus votantes y no a las presiones del PSOE», ha añadido la líder de Podemos.