La vida laboral de los autónomos en España dista mucho de ser idílica. Mientras que la independencia y flexibilidad suelen ser las principales ventajas mencionadas, las cifras revelan una realidad dura y a menudo invisibilizada: un autónomo trabaja, de media, 24.000 horas más que un asalariado a lo largo de su carrera profesional. Estos datos, proporcionados por estudios como el realizado por la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), muestran que los trabajadores por cuenta propia están lejos de disfrutar de una jornada laboral estándar de ocho horas.
Jornadas interminables y vacaciones limitadas
Un asalariado medio en España trabaja 65.120 horas en una vida laboral de 37 años, lo que se traduce en unas 40 horas semanales. Por el contrario, un autónomo promedio dedica más de 55 horas a la semana, lo que equivale a unas 89.540 horas a lo largo de esos mismos 37 años. Esto implica que un trabajador por cuenta propia dedica 24.000 horas más a su negocio, lo que representa más de 1.000 días adicionales de trabajo.
Este esfuerzo titánico no se ve compensado en términos de descanso. Según el IV Estudio Nacional del Autónomo (ENA) de 2023, solo el 16% de los autónomos tiene una jornada laboral de ocho horas, y la mayoría no disfruta de más de 20 días de vacaciones al año. Un dato que contrasta drásticamente con los derechos que disfrutan los trabajadores por cuenta ajena.
Sectores más afectados: un riesgo latente
Algunos sectores como el transporte, la construcción o la sanidad son especialmente vulnerables a estas largas jornadas. En el transporte de mercancías o pasajeros, por ejemplo, muchos autónomos no tienen un sistema de control de horas como el tacógrafo, lo que lleva a jornadas de hasta 11 horas diarias. Este exceso de trabajo no solo pone en riesgo la salud física y mental del trabajador, sino que también compromete la seguridad vial.
En el caso de la construcción, la exposición prolongada a trabajos peligrosos, como estar subido a un andamio durante más de diez horas al día, aumenta el riesgo de accidentes laborales. Y en el sector de la salud, los profesionales que combinan trabajos en el ámbito público y privado pueden llegar a trabajar hasta 14 horas diarias, lo que repercute en la calidad asistencial y en la seguridad de los pacientes.
La voz de alarma: "Trabajar más de 55 horas semanales es mortal"
Eduardo Abad, presidente de UPTA, ha lanzado una advertencia contundente: "Trabajar más de 55 horas a la semana es mortal". Y no lo dice sin fundamento. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las largas jornadas laborales están asociadas a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, ictus y problemas musculoesqueléticos, además de diversas enfermedades psicosociales como el estrés o la depresión.
Abad subraya que es inadmisible que la regulación de la jornada laboral, que pronto se aplicará a los trabajadores por cuenta ajena, no incluya también a los autónomos. En particular, aquellos sectores que conllevan alta responsabilidad o riesgos significativos deben ser tenidos en cuenta.
¿Es posible la conciliación familiar?
La conciliación entre la vida laboral y familiar es un reto casi imposible para los autónomos. El ENA revela que el 62% de los trabajadores por cuenta propia considera difícil o muy difícil compaginar ambas facetas. Solo el 22,6% encuentra en su situación laboral cierta facilidad para conciliar, lo que indica que la mayoría de los autónomos se ven atrapados en un ciclo de trabajo incesante.
A pesar de estas dificultades, la posibilidad de autogestión sigue siendo uno de los factores que más valoran los autónomos. El 58% de ellos asegura que la independencia y la capacidad de organizar su tiempo son las principales ventajas de trabajar por cuenta propia, aunque la flexibilidad real sigue siendo limitada debido a las interminables horas que requiere el mantenimiento de su negocio.
¿Hacia una regulación justa para los autónomos?
UPTA ha sido clara en su exigencia al Ministerio de Trabajo y Economía Social: los autónomos deben ser incluidos en las nuevas regulaciones de la jornada laboral. La ministra Yolanda Díaz ha mantenido reuniones con representantes del sector, y la presión para abordar las condiciones laborales de este colectivo está en aumento. Sin embargo, hasta el momento, no se ha anunciado ninguna medida concreta que alivie la carga horaria de los autónomos.
El futuro para los trabajadores por cuenta propia pasa por un reconocimiento de su situación única y una regulación que no solo proteja su salud, sino que también garantice un equilibrio justo entre trabajo y vida personal. Mientras tanto, miles de autónomos siguen enfrentando jornadas maratonianas que no solo les afectan a ellos, sino también a las personas que dependen de sus servicios.
Los autónomos de España continúan siendo el motor invisible de la economía, trabajando más horas que cualquier otro sector laboral y con escasa protección. Es hora de que el debate sobre la reducción de la jornada laboral los incluya, porque la realidad es que el trabajo interminable también pasa factura.