En un análisis reflexivo de las relaciones franco-españolas, el expresidente francés Nicolas Sarkozy expone sus puntos de vista en sus memorias, "Los años de luchas". Critica la actitud condescendiente y de superioridad de sus predecesores franceses hacia España y lamenta la pasividad de Francia ante el terrorismo de ETA. Durante su mandato, Sarkozy se esforzó por cambiar esta dinámica, mostrando un gran respeto y admiración por España, enfatizando su importancia como aliado y amigo.
Sarkozy menciona la falta de afinidad de presidentes anteriores como Jacques Chirac y François Mitterrand hacia líderes españoles y señala una tendencia en la política francesa de priorizar relaciones con otros países europeos en detrimento de España. Destaca la innovación económica y el talento cultural de España, criticando la indiferencia histórica de Francia hacia esta nación.
En cuanto a ETA, Sarkozy denuncia la complacencia pasiva de Francia hacia el grupo terrorista y relata cómo, desde su posición como Ministro del Interior y luego como presidente, se opuso firmemente a esta política, colaborando activamente con España en la lucha contra el terrorismo.
Sarkozy también comparte sus experiencias personales y percepciones sobre figuras políticas españolas, como la relación casi amistosa con José Luis Rodríguez Zapatero y la personalidad reservada de Mariano Rajoy. Además, expresa su fascinación por la monarquía española, describiendo encuentros con los Reyes Juan Carlos I y Sofía y observando la tensión en sus relaciones.
Finalmente, hace hincapié en la importancia del respeto y la distancia en el ejercicio del poder, usando la majestuosidad de la monarquía como ejemplo. Sarkozy concluye con anécdotas personales, incluyendo la impresión que causaron la Princesa Letizia y su esposa Carla Bruni en eventos públicos y la reacción de Bruni al saber que se hospedaban en la antigua residencia de Franco.