El Senado de Estados Unidos confirmó a Kash Patel para dirigir el FBI, siendo una figura de las más leales al presidente Trump. Su objetivo principal es la reforma de la principal agencia de investigación de delitos del país. Un proyecto que pretende despolitizarla, al considerar los republicanos que se ha manipulado su uso durante la época Biden.
Patel tiene 44 años y toma el mando tras el despido y reestructuración de los funcionarios del Departamento de Justicia y del FBI. Saltó a la fama al expresar su indignación por la investigación del FBI sobre si la campaña de Trump conspiró con Rusia para interferir en las elecciones presidenciales de 2016. Durante el primer gobierno de Trump, Patel ocupó varios puestos provisionales en materia de seguridad nacional, entre ellos el de jefe de gabinete del secretario de Defensa interino Christopher Miller durante los últimos meses del mandato de Trump en la Casa Blanca.
Fue también director sénior de contraterrorismo en el Consejo de Seguridad Nacional y asesor principal del exdirector interino de Inteligencia Nacional Richard Grenell.
Este puesto está al frente de una de las piezas clave para la reestructuración que quiere llevar a cabo Trump durante su mandato. Sobre todo, después de haber estado investigado recientemente en procesos que el actual presidente considera, han sido estrategias de la oposición para impedir su llegada al gobierno.
“El FBI se ha visto afectado por la politización y esta histórica agencia ha sido utilizada como arma contra los oponentes políticos”, dijo Grassley, presidente del Comité Judicial del Senado. “El señor Patel es el hombre adecuado en el momento adecuado. Su carrera ha sido un ejemplo de lucha por causas impopulares, pero justas, denunciando la corrupción y poniendo a Estados Unidos en primer lugar”, añadió.
En su libro Government Gangsters, al que Trump llamó un “plan para recuperar la Casa Blanca”, Patel respaldó la decisión de eliminar a gran número de funcionarios que habían participado en las investigaciones contra Trump.
Según ha publicado Bloomberg, Patel intentó distanciarse de controversias pasadas durante su audiencia en el Senado. Negó tener una lista de enemigos, aunque identificó en su libro a docenas de personas que, según él, formaban parte del estado profundo.