El primer ministro británico, Keir Starmer, ha convocado una reunión urgente del comité Cobra en Downing Street para enfrentar los disturbios que han sacudido varias ciudades del Reino Unido. La violencia, instigada por grupos de ultraderecha, ha desbordado a las autoridades y ha llevado a más de 170 arrestos tras los ataques contra agentes de policía y varios edificios, incluyendo mezquitas y hoteles.
Durante el encuentro, se espera que ministros, responsables de las fuerzas de seguridad y funcionarios analicen el alcance de la revuelta y discutan las medidas a adoptar en los próximos días. El objetivo es evaluar la situación y coordinar una respuesta efectiva para restaurar el orden y proteger a las comunidades afectadas.
Respuesta contundente del gobierno
El primer ministro Starmer ha calificado a los alborotadores como “indeseables” y ha prometido que enfrentarán “todo el peso de la ley” por su participación en los actos vandálicos. Esta postura firme es respaldada por la ministra de Interior, Yvette Cooper, quien ha expresado su total apoyo a la policía para perseguir a los responsables. Cooper ha señalado que la situación es una “vergüenza” y ha enfatizado que no se tolerará ninguna forma de violencia que amenace la seguridad pública.
I utterly condemn the far-right thuggery we have seen this weekend.
— Keir Starmer (@Keir_Starmer) August 4, 2024
Be in no doubt: those who have participated in this violence will face the full force of the law. pic.twitter.com/uNeJtD8pCQ
Cooper ha instado a una respuesta enérgica contra los actos de vandalismo y terrorismo urbano, subrayando la necesidad de una acción rápida y decidida para restaurar el orden y garantizar la justicia para las víctimas.
Medidas de protección para los lugares de culto
En respuesta a los ataques, el Ministerio del Interior ha anunciado un nuevo protocolo de seguridad para proteger mezquitas y otros lugares de culto. Este incremento en la vigilancia busca prevenir futuros incidentes y asegurar la protección de las comunidades religiosas. La situación ha llevado a un refuerzo en la seguridad y a la implementación de un proceso de respuesta rápida para abordar cualquier amenaza inminente.
Los disturbios se han intensificado tras el ataque con arma blanca del 29 de julio en Southport, que dejó tres niñas muertas y varios heridos. La desinformación que circuló sobre el perfil del agresor ha alimentado el descontento de los grupos ultraderechistas, exacerbando las tensiones en el país.
Desafío para el nuevo gobierno
Estos eventos representan el primer gran desafío para el gobierno de Starmer en un periodo en el que el Parlamento se encuentra en receso estival. La falta de debate parlamentario añade una dimensión compleja a la crisis, subrayando la responsabilidad del gobierno para gestionar la situación de manera efectiva. La respuesta del Ejecutivo será clave para restaurar la calma y abordar las causas subyacentes de los disturbios, así como para mantener la estabilidad en el país.