Desde el mes de mayo, El Fasher, la capital de Darfur del Norte en Sudán, ha sido el epicentro de una serie alarmante de ataques contra instalaciones médicas. Estos ataques han provocado una escalada en la crisis humanitaria de la región. En los últimos 80 días, se han registrado diez ataques contra hospitales en la ciudad, incluyendo el más reciente el 29 de julio, cuando el Hospital Saudí fue alcanzado por proyectiles, resultando en la muerte de tres personas e hiriendo a 25 más. Este hospital, el único centro médico público operativo en El Fasher, ha sido atacado repetidamente, lo que ha elevado el número de víctimas mortales debido a heridas graves a más de 300 desde el inicio de los combates.
El Hospital Saudí, que cuenta con el apoyo de Médicos Sin Fronteras (MSF), se encuentra en una situación crítica. El ataque más reciente se produjo mientras las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) bombardeaban la ciudad. La frecuencia de los ataques y la falta de protección a las instalaciones médicas reflejan un desdén alarmante por la seguridad de los civiles y el personal médico. Stéphane Doyon, responsable de emergencias de MSF para Sudán, condenó la falta de medidas para proteger estos centros vitales, subrayando que la indiferencia hacia la vida humana y el bienestar de los pacientes está agravando la tragedia.
Desabastecimiento crítico y crisis en Zamzam
La situación se agrava con el bloqueo de los camiones de suministros médicos y alimentos. Desde hace más de cuatro semanas, los camiones de MSF, que transportan recursos esenciales desde Yamena (Chad), están retenidos en Kabkabiya por las RSF. Este bloqueo pone en grave peligro la capacidad del Hospital Saudí para tratar a los heridos y suministrar asistencia vital. Doyon alertó sobre la rápida disminución de los kits quirúrgicos y alimentos terapéuticos en El Fasher y el campo de Zamzam, donde la desnutrición infantil ha alcanzado niveles críticos.
La crisis en el campo de Zamzam es particularmente alarmante. La evaluación realizada en enero reveló una mortalidad infantil extrema, con un niño muriendo cada dos horas. La situación ha empeorado debido a los desplazamientos forzados y las interrupciones en el acceso a alimentos, resultando en una desnutrición severa en un tercio de los niños menores de 5 años. La falta de alimentos terapéuticos y otros recursos vitales está llevando a una situación desesperada en la que muchos niños están al borde de la muerte.
Llamamiento urgente a la acción humanitaria
MSF ha instado a todas las partes en conflicto a cesar los ataques contra hospitales y a garantizar el acceso humanitario sin restricciones. La organización ha solicitado la liberación inmediata de los convoyes de ayuda retenidos en Kabkabiya y ha enfatizado la necesidad de permitir la llegada de suministros a El Fasher y Zamzam. La comunidad internacional también ha sido convocada a actuar con urgencia para detener la violencia y facilitar la asistencia necesaria, con el objetivo de mitigar el sufrimiento humano y proteger a los más vulnerables en una región devastada por la guerra.
La continua violencia y el bloqueo de ayuda esencial subrayan la necesidad de una respuesta coordinada y eficaz para abordar esta crisis humanitaria sin precedentes. La situación en El Fasher y Zamzam requiere una intervención urgente para salvar vidas y proporcionar alivio a quienes enfrentan una tragedia sin igual.