Según se ha podido saber hoy, Suiza habría rechazado en dos ocasiones las peticiones del Tribunal Supremo sobre la extradición del president en el exilio, Carles Puigdemont.
Las solicitudes datan de marzo de 2018 y de octubre de 2019, y según publica El Mon, la justicia helvética descartó tramitar la orden de detención española en las dos ocasiones.
En la primera se alegó que los hechos descritos como delito "no eran suficientemente precisos para considerar que también fueran delitos en Suiza". Este documento iba dirigido a la Dirección Adjunta Operativa del Cuerpo Nacional de Policía de la División de Cooperación Internacional de la Oficina del sistema SIRENE. En la petición se hacía referencia a los delitos de "rebelión, sedición y malversación".
Así puede leerse en la documentación que ha hecho pública Quico Sallés para El Mon.
La respuesta literal dada por la justicia suiza fue: " los hechos relatados en la documentación aportada no concuerdan con las condiciones del artículo 16 de la Convención Europea de Extradición"
En la segunda ocasión señalaron que Puigdemont estaba siendo perseguido "por un delito político".
Las peticiones fueron órdenes de detención internacional, remitidas a todos los estados firmantes del acuerdo de Shenguen e integrados en el sistema de cooperación judicial para extraditar a presuntos delincuentes a través de la base de datos SIRENE.
En este caso la respuesta señaló: " "Les informamos de que los hechos descritos no constituyen -a primera vista- un delito extraditable según el derecho suizo"."Los hechos descritos parecen ser un delito político o un delito relacionado con un delito político".
Estas respuestas serían la razón por la que no se ha pretendido mantener el esfuerzo en la petición de entrega de Marta Rovira o de Anna Gabriel, ambas residentes en Ginebra.
Esta información, según señala Sallés, ha salido a la luz gracias a la causa italiana.