El clima interno de las asambleas locales en Andalucía para la confección de las listas evidencia que el hacha de guerra sigue en pieHasta cuatro ministros quiere colocar Pedro Sánchez en puestos de salida de otras tantas provincias andaluzas para el próximo 28-A, pero las asambleas locales celebradas estos días los han relegado a puestos poco más que simbólicos. Toda una declaración del intenciones de que el susanismo se siente unido a Ferraz a su manera, aunque por el camino haya perdido el pasado 2 de diciembre su principal bastión histórico, el ejecutivo andaluz. No importa, el PSOE de Susana Díaz sigue resistiendo las embestidas sotto voce que Ferraz comenzó a propinarle cuando Sánchez ganó la moción de censura a Rajoy y se convirtió en presidente del Gobierno por unos meses.Meses que no ha desaprovechado en absoluto el líder socialista para intentar reconducir la situación después de la fractura total que ocasionó el proceso de primarias de 2017 tras el turbulento comité federal que propició la dimisión del hoy presidente del Gobierno.Ni el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ni los ministros José Guirao por Almería, ni Luis Planas por Córdoba, ni María Jesús Montero por Sevilla, ni Fernando Grande-Marlaska por Cádiz han gozado de la confianza de la militancia. Por ejemplo, Montero ha quedado relegada al décimo puesto y los otros tampoco han tocado pelo ni de lejos. Pedro Sánchez, Susana Díaz y Gómez de Celis, en un mitin en Granada el pasado 4 de marzo.
Nada es casual en el PSOE, y mucho menos entre los socialistas andaluces cuando acaparan el foco de la política nacional. A las primeras de cambio, han tenido de nuevo la oportunidad de captar la atención mediática generada tras el adelanto electoral anunciado por el presidente Pedro Sánchez, y no han desaprovechado la oportunidad. El nuevo punto de fricción es ahora la confección de las listas para las elecciones generales del 28-A. En esta ocasión, la medicina inyectada por el PSOE andaluz ha sido la misma que recetó el actual secretario general del partido cuando vapuleó en las primarias del 21 de mayo de 2017 a su rival y ahora compañera de mítines por Andalucía, Susana Díaz: una buena dosis demilitancia.
Lo + leído