En un sombrío suceso que ha conmocionado a Grecia y al mundo, al menos 27 migrantes han perdido la vida en medio de las llamas que han arrasado el bosque de Dadia, situado cerca de la ciudad portuaria griega de Alejandrópolis. Este trágico incidente se enmarca en una de las peores oleadas de incendios que el país ha experimentado en el verano actual.
El portavoz del Cuerpo de Bomberos griego, Giannis Artopioros, confirmó que el número de víctimas mortales a causa de las llamas asciende a 27 personas, entre las cuales se encuentran al menos dos niños, según informó el diario local Kathimerini. Los cuerpos fueron rescatados en la zona de Avas, y se encontraban agrupados. Una información importante que Artopioros destacó es que, hasta el momento, no hay informes de personas desaparecidas, lo que sugiere que los fallecidos podrían ser migrantes que habrían entrado al país de manera ilegal.
El ministro de Migración, Dimitris Keridis, lamentó profundamente el trágico hallazgo de los cadáveres. Keridis enfatizó que, a pesar de los esfuerzos incesantes de las autoridades para controlar el flujo migratorio, esta "tragedia" resalta los peligros inherentes a los movimientos migratorios "irregulares".
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) han emitido un comunicado conjunto en el que expresan su profundo pesar por las muertes de los migrantes y ofrecen su solidaridad tanto a las autoridades como al pueblo griego. Además, han ofrecido asistencia para afrontar esta emergencia.
Evacuación en las afueras de Atenas
Los devastadores incendios que han azotado Grecia han dejado una estela de destrucción. De acuerdo con el Observatorio Nacional de Atenas, más de 40,000 hectáreas han sido consumidas por el fuego en tan solo tres días. Además del trágico suceso en Alejandrópolis, las autoridades se preocupan por los focos de incendio en varias regiones, como la prefectura del Ródope, Aspropyrgos en el Ática Occidental y la región de Beocia.
La alarma ha llevado a la orden de evacuación en las afueras de Atenas, específicamente en la zona de Ano Liosia, donde se ha dispuesto la salida de los habitantes de dos pueblos. La magnitud de la destrucción y la pérdida de vidas humanas hacen que estos incendios sean un recordatorio trágico de la fragilidad de la naturaleza y la necesidad de una respuesta efectiva para prevenir y manejar situaciones similares en el futuro.