El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado hoy que concede a Rusia un plazo de “10 o 12 días” para pactar un alto el fuego en la guerra contra Ucrania, recortando de forma drástica el ultimátum inicial de 50 días que había dado el pasado 14 de julio al presidente ruso, Vladímir Putin.
Trump se ha mostrado “muy decepcionado” con la falta de avances hacia la paz y advirtió que, de no producirse el cese de hostilidades en ese corto periodo, “habrá consecuencias” para Moscú.
En sus declaraciones, Trump subrayó que “no hay razón para que este conflicto continúe”, reclamando una resolución rápida y apelando a la responsabilidad de Rusia ante la comunidad internacional. El presidente de EEUU ha querido dejar claro que el tiempo “se agota” y que Estados Unidos está listo para actuar en caso de que no haya un cambio de rumbo inmediato por parte del Kremlin.
La decisión de acortar el plazo ha generado intensa actividad diplomática: aliados de la OTAN y dirigentes europeos han mostrado su preocupación tanto por la posible escalada del conflicto como por las repercusiones de una eventual respuesta estadounidense si Rusia ignora el ultimátum.
Por su parte, el gobierno ruso ha respondido con frialdad, reiterando que no cederá ante presiones externas, mientras la situación sobre el terreno sigue siendo crítica
El nuevo plazo fijado por Trumpmarca un punto de inflexión y sitúa a Moscú bajo presión máxima para negociar un alto el fuego en los próximos días, en medio del temor a una escalada militar y sanciones más severas.