La tercera entrega de los "Twitter Files" ya está servida. El viernes por la noche el periodista norteamericano Matt Taibbi publicó en un hilo en la propia red Twitter cómo se había llevado a cabo la censura desde la compañía antes de que Elon Musk la comprase.
"Le mostraremos lo que no se ha revelado: la erosión de los estándares dentro de la empresa en los meses previos al J6 (6 de Enero), las decisiones de los ejecutivos de alto rango de violar sus propias políticas y más, en el contexto de una interacción continua y documentada con las autoridades federales y las agencias", señaló el periodista en su hilo.
La primera vez en la historia
La propia compañía reconoce que fue la primera vez en la historia, un momento histórico, el hecho de suspender la cuenta de un presidente en activo.
La cuenta de Donald Trump fue suspendida el 8 de enero, después de "una revisión minuciosa" sobre sus tuits: un análisis, según la compañía, de cómo se estaban interpretando los mensajes del presidente, tanto dentro como fuera de Twitter. Los últimos mensajes públicos de Trump incluían mensajes de vídeo donde apelaba a sus seguidores a abandonar el Capitolio de manera pacífica, a no incumplir la ley. Pero el mensaje que para Twitter fue "inaceptable" tenía que ver con el proceso electoral de 2020: Trump señaló a través de la red que el proceso electoral no había sido legítimo.
Pero los datos que ahora salen a la luz revelan que la decisión sobre la suspensión de Donald Trump en Twitter habría sido tomada antes de los incidentes del Capitolio del 6 de enero. Concretamente, un mensaje interno de la compañía revela que un directivo de Twitter, señala que deben analizarse al detalle las acciones de Trump en la red, concretamente durante "el transcurso de las elecciones y, durante más de cuatro años".
Los tuits de Trump criticaban la votación masiva realizada por correo, acusando a los demócratas de aprovecharse de la pandemia para promover la votación por esta vía. La compañía inventó reglas en ese momento para someter los mensajes de Trump a un filtro de visibilidad, VF, lo que ahora conocemos como "shadow banning".
El día 8 de octubre de 2020 fue cuando se creó un canal especial para altos ejecutivos para coordinar el proceder de la compañía durante las elecciones norteamericanas. Este mando tomaba decisiones de manera mucho más rápida y directa, estando en contacto directo con agencias federales de seguridad e inteligencia.
El 10 de diciembre se puso en marcha una herramienta, de forma experimental, que tenía como obejtivo "desamplificar" los mensajes seleccionados. Según explica el periodista Taibbi, el 6 de enero la cuenta de Trump estaba cubierta de bots que se encargaban de señalar con etiquetas cada mensaje para denunciarlo de manera automática y proceder así a su silenciamiento.
En el momento de comenzar la protesta en el Capitolio, uno de los directivos tomó la decisión de bloquear temporalmente la cuenta de Trump. Posteriormente, otro directivo de la compañía envió un email a toda la empresa, informando de que se produciría una suspensión permanente de manera inminente.
Otro de los mensajes internos desvelados, señala que, si Trump intentaba usar las cuentas oficiales de la Casa Blanca, o la del presidente POTUS, Twitter tomaría medidas para limitar su uso. "Al examinar todo el Slack de la aplicación de las elecciones, no vimos una referencia a las solicitudes de moderación de la Casa Blanca de Trump o de los republicanos en general". Aunque "si bien puede que existan, estuvieron ausentes en los archivos proporcionados", señala el periodista.
Durante este fin de semana se publicarán las revelaciones sobre el caos dentro de Twitter el día 7 de enero, y sobre las comunicaciones internas secretas del 8 de enero.