La vuelta al colegio se inicia oficialmente esta semana en la mayoría de los territorios del Estado español, con unos 8 millones de estudiantes volviendo a las aulas. Un curso que viene marcado como un momento clave para el sistema educativo nacional, en un contexto de transformaciones profundas, inversión récord y desafíos estructurales que configuran el presente y futuro de la educación pública española.
Inicio escalonado en el territorio nacional
El arranque del curso académico 2025-2026 se está desarrollando de manera escalonada durante las dos primeras semanas del mes de septiembre. Los alumnos navarros han sido los primeros en regresar a las aulas, con educación secundaria y Bachillerato, comenzando el pasado 4 de septiembre, seguidos del País Vasco, el 5 de septiembre.
Asturias, Canarias, La Rioja, Ceuta y Melilla comenzarán mañana, 9 de septiembre. Baleares y Andalucía lo harán el 10. Extremadura cierra el calendario de llegadas con el inicio de las clases el 11 de septiembre.
Una `planificación temporal que refleja la descentralización educativa española, donde 17 comunidades autónomas tienen potestad, competencia atribuida, para establecer su propio calendario escolar, adaptándose a particularidades regionales, festividades locales y decisiones pedagógicas específicas.
Impacto demográfico visible en las aulas
Uno de los fenómenos más significativos este curso será el descenso continuado del alumnado, especialmente en las etapas de Educación Infantil. Según los datos oficiales del Ministerio de Educación, en el segundo ciclo de infantil se han perdido más de 400.000 escolares en los últimos doce años. Una tendencia que refleja directamente el impacto de la caída sostenida de la natalidad en España.
En el segundo ciclo de Educación Infantil (entre los 3 y 5 años), la caída alcanza 28.292 alumnos menos, suponiendo un 2,6,%.
Además, el impacto que hasta ahora se veía especialmente en el área de Infantil, está llegando ya a notarse en la Educación Secundaria Obligatoria, donde por primera vez en doce años se ha registrado una caída del alumnado matriculado. Una caída que supone, en términos absolutos, 13.353 estudiantes menos en la ESO, lo que representa una disminución del 0,6%.
La reducción se ha visto compensada por el aumento en un 7% en el número de alumnos extranjeros matriculados en la ESO.
La Educación Primaria también mantiene la tendencia descendente, con casi 46.000 alumnos menos. Una disminución del 1,7% respecto al curso anterior.
La realidad demográfica en España plantea importantes retos para la planificación educativa, lo que incluye la reorganización de plantillas docentes, así como la adaptación de la oferta educativa. Los expertos identifican en estas áreas oportunidades, puesto que la reducción de los ratios en las aulas puede incidir muy positivamente en la calidad del aprendizaje, especialmente en las etapas iniciales.
Inversiones récord en educación
Frente a los preocupantes datos demográficos, el sistema educativo español está experimentando un momento histórico en inversión. El gasto público en educación alcanzó en 2023 los 67.938 millones de euros, significando un incremento del 7% respecto al año anterior, y constituyendo la cifra más alta de la serie histórica. La inversión equivale al 4,53% del PIB y representa el gasto público del 10% del gasto total.
Si miramos por regiones, Cantabria destinará en 2025 más de 751 millones de euros para educación, un aumento del 4% respecto al año anterior. Murcia, por su parte, presenta un presupuesto histórico de 1.780 millones de euros, con un crecimiento del 4,6%.
A nivel nacional, el Gobierno central se han distribuido 311,4 millones de euros entre las comunidades autónomas para cuatro programas de cooperación territorial específicos:
- mejora para la competencia matemática
- refuerzo en la comprensión lectora
- programa PROA+ para alumnado con dificultades específicas
- educación inclusiva
Desafíos estructurales del sistema educativo actual
Pese a las inversiones récord, el sistema educativo español se enfrenta a desafíos estructurales significativos que requieren atención prioritaria según los expertos. El abandono escolar temprano sigue siendo uno de los problemas principales, situándose en un 13% en 2024, la cifra más baja de la historia española, pero aún lejos del objetivo del 9% marcado por las autoridades como hito en 2030.
Mantenemos la segunda tasa de abandono escolar más alta de la Unión Europea, detrás de Rumanía. Las desigualdades sociales siguen siendo en este ámbito un factor determinante: la probabilidad de abandono es 14 veces mayor cuando la madre solamente ha completado la educación primaria, en comparación con madres con estudios superiores.
El profesorado, por su parte, experimenta una crisis de motivación preocupante, según los datos. Solamente el 24% de los docentes dice mantener la ilusión cuando ha sido preguntado en 2023. Frente al 60% en 2007. El 38% reconoce vivir su profesión con distancia, frente al 2% que señalaba esto en 2007. La desafección profesional se produce en un contexto donde el perfil del alumnado ha sufrido una transformación radical: la pobreza infantil ha aumentado 5 puntos desde 2018, el alumnado inmigrante ha llegado al 32% en 4º de primaria y la crisis de salud mental juvenil provoca que el porcentaje de jóvenes de 15 años con ansiedad pasan del del 11% al 20% entre 2018 y 2022.
Infraestructuras educativas otro reto pendiente
Las infraestructuras educativas constituyen otro desafío significativo para el sistema español. Un elevado porcentaje de los centros públicos cuenta con una antigüedad superior a los setenta años. Esto requiere actuaciones ambiciosas en digitalización, accesibilidad, salud, inclusión, eficiencia energética y adaptación al cambio climático, según apuntan los expertos.
La situación se complica con la identificación de 985 colegios ubicados en zonas inundables, según el ministerio para la Transición Ecológica, una problemática que cobra especial relevancia tras los episodios extremos como la DANA de octubre pasado en Valencia. La construcción de muchas de estas infraestructuras se realizó durante las décadas de los años 60 y 70, sin considerar riesgos de este tipo.
El gran crecimiento: la formación profesional
El contraste con la tendencia descendente en otras etapas formativas, la Formación Profesional experimenta un crecimiento sostenido. Tanto en FP de grado básico, medio y superior, la tasa de escolarización ha estado aumentando de forma progresiva, llegando a más del 5%. Un crecimiento que refleja el reconocimiento social de la FP como vía formativa de calidad y su conexión directa con las demandas del mercado laboral.
La inversión destinada a la FP ha crecido un 19,3% respecto a 2022, mostrando el compromiso de mejora por parte del apoyo institucional, según el gobierno.
Innovación y transformación digital
El sistema educativo español avanza en su transformación digital con el 62% de las aulas disponiendo de sistemas digitales interactivos y el 81% de los centros conectados con entornos virtuales de aprendizaje. Pero persisten retos significativos: el 78% de los profesores no ha recibido formación en Inteligencia Artificial, pese a que el 70% considera que se trata de una tecnología fundamental para la vida laboral futura de los estudiantes.
Perspectivas de futuro
El curso que comienza estos días se presenta, de momento, como un punto de inflexión para el sistema educativo español. Inversión histórica con menos alumnos en las etapas obligatorias, junto con la apuesta por la Formación profesional, marcan una situación llena de retos y con mucho margen de mejora.