Escuchar a la ministra de Sanidad decir que quiere que los escolares tengan una vuelta al "cole" con seguridad y presencial, me produce dolor de estómago y una sensación de malestar cuando las infecciones de la covid están disparadas; cada día la IA es más elevada, ya pasa de 1.175 casos, y el número de afectados por infección supera en España los 161.760 personas a fecha de 30 de diciembre de 2021.
Con estos datos lo que hay que hacer, por la explosión de contagios, es retrasar la vuelta a las aulas o que esta sea semipresencial, ir en ese espacio de tiempo vacunando a los niños, puesto que solo se han vacunado unos pocos, siempre con el permiso de los padres, y en segundo lugar, se debe dotar a todas las aulas de medidores de CO2, que no son caros y el dinero será el mejor gastado por los gobiernos central y autonómicos. Y una vez visto el nivel superior a 800 ppm de CO2 deben ventilarse las aulas hasta que baje a 400 ppm, y también dotar a los centros de filtros HEPA.
Este dinero es el mejor gastado para evitar que los niños no se infecten porque, y que lo sepa todo el mundo, los niños tienen este año una IA muy elevada, posiblemente la más alta. Uno puede preguntarse, ¿por qué no se dan los datos de infectados de los niños? En el 2018 hubo 1.618 niños infectados de 0 a 4 años (después de indagar hemos conseguido esos datos).
Algunos científicos aseguran que la covid es bastante leve en los niños y sin embargo han fallecido niños, lo que indica que no quieren dar estadísticas. Sabemos que el cambio de ministra de Educación ha cambiado el sistema en las aulas: se ha incrementado la ratio de alumnos por clase. Existe, por tanto, masificación; se ha perdido la distancia de seguridad de más de 1,5 metros por mesa (hoy no llega a un metro de separación); han desaparecido los grupos burbujas en el aula y sobre todo en el patio de recreo, en el comedor y en las actividades extraescolares, donde los alumnos juegan sin control. Ellos no tienen la culpa sino quien lo permite.
La vuelta al cole se sitúa en el punto más álgido de la pandemia de ómicron, por ello, varias comunidades autónomas proponen retrasar la vuelta a las aulas. Esta es la idea que queremos transmitir: retrasar, retrasar y retrasar la vuelta al colegio.
Esto es lo que debe calar en la sociedad.
Porque da la sensación de que pretenden que los niños sean ingenieros espaciales, astronautas, todos con carreras, intentando meterles los conocimientos con calzador, y si no vuelven a clase es un fracaso educativo y España se puede convertir en un país retrógrado.
El hecho de no tener clase presencial una temporada no va a impedir que niños de Primaria, por poner un ejemplo, dejen de ser el día de mañana, médicos, profesores, ingenieros aeronáuticos o astronautas.
Si el número de infectados niños este año ha sido mayor que los dos años anteriores, es por una planificación deficiente y por una ley de Educación que continúa siendo la LOMCE disfrazada de socialdemócrata, pero los contenidos siguen siendo los mismos que antes, y a los niños les atiborran de exámenes memorísticos que a los pocos días se olvidan de lo estudiado. Señores, hay que cambiar de método y aplicar la evaluación continua y aprender jugando.
Volviendo al tema principal, ahora que la variante ómicron está en pleno auge desde el Ministerio de Sanidad se permite la vuelta a las aulas, presuntamente, sin posible acuerdo con el Ministerio de Educación.
La vacuna puesta y por poner es pre-ómicron, hay que estudiar una vacuna ómicron.
Con ámbito general no se harán cuarentenas en los centros educativos. Ya lo que faltaba. ¿Quiénes tienen razón, los médicos o los políticos? Desde el Gobierno se ha eliminado esta medida. En nuestra opinión pensamos que los médicos conocen perfectamente su profesión, pero algunos galenos manifiestan, supuestamente, que los políticos sólo piensan en el problema económico no en el pandémico, aunque den consejos e instrucciones. El problema es más grave de lo que parece, no se puede dejar a la improvisación.
Ahora los niños sin cuarentena; o cuarentenas que imitan a USA, a Inglaterra (bajando los días a 3, 5 o 7, en lugar de a 10). En España, con o sin consenso, se ha adaptado por 7 días, cuando todos sabemos que aún estando vacunados con doble dosis puedes contagiar o contagiarte. Los experimentos no son buenos, pues se juega con la vida de niños y mayores.
La ventilación es fundamental. Cuando no es posible abrir las ventanas hay que tener en las aulas, además, filtros, que no son necesariamente filtros HEPA, se puede hacer con ventiladores y sí es necesario tener en las aulas medidores de CO2.
Educación semipresencial. Hay que pensar en la salud de los niños; actividades en el patio. Recomendables: nutrición variada, vitamina D, hacer deporte con suavidad, evitar el estrés... Estas son algunas medidas que deberían tomarse con los niños, porque la pandemia no ha terminado, y no sabemos cómo ni cuándo terminará. El nivel de incertidumbre sigue siendo muy alto. Todavía hay muchas cosas que no sabemos de ómicron y predecir cómo evolucionará el virus es muy arriesgado. Por tanto, pensemos más en los escolares y menos en llenar las clases sea como sea, para evitar que critiquen a los políticos. Porque el problema no es la crítica, sino perder el sillón.