Ayuso intensifica su cruzada contra el feminismo

La presidenta de Madrid construye su propio discurso contra el feminismo para consolidarse como única voz de la derecha extrema y neutralizar a Vox

23 de Septiembre de 2024
Actualizado a la 13:06h
Guardar
Ayuso y el negacionismo del fin de ETA
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso intensifica su cruzada contra el feminismo y las mujeres

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha sido desde sus inicios una figura controvertida y polarizadora dentro del panorama político español. Desde 2019, cuando era una desconocida a nivel nacional, hasta hoy, se ha destacado por su frontal rechazo al feminismo, algo que le ha permitido conectar con sectores conservadores e incluso con votantes de extrema derecha. Su estrategia parece clara: consolidarse como el rostro más visible de la derecha radical y, de paso, neutralizar a Vox atrayendo a sus votantes más extremistas.

Una batalla ideológica continúa

El reciente debate del Estado de la Región no solo expuso la falta de consenso sobre las políticas de igualdad, sino que también reforzó el protagonismo de Ayuso en la arena pública, utilizando el feminismo como su principal caballo de batalla. Sus declaraciones sobre la creación de un centro de atención para hombres víctimas de violencia sexual, una iniciativa inédita en España, han generado un revuelo que no solo provocó críticas desde la izquierda, sino también elogios velados por parte de Vox.

Este centro, según Ayuso, busca atender a un sector que ha sido invisibilizado en los debates sobre violencia sexual. Sin embargo, sus críticos, entre ellos la ministra de Igualdad Ana Redondo, califican la medida como "Trumpista", acusando a la presidenta madrileña de minimizar la gravedad de la violencia machista que afecta predominantemente a las mujeres. Redondo fue clara al respecto: “El negacionismo mata”, en referencia a lo que considera un intento de Ayuso de diluir el foco sobre la violencia de género.

El "business" del feminismo: el nuevo enemigo de Ayuso

Ayuso no ha dudado en calificar al feminismo que promueve la izquierda como un "business" que busca dividir a la sociedad. Con ello quiere sentenciar que el origen de la desigualdad de las mujeres es culpa de las políticas de igualdad, y un modelo de negocio igualitario Este tipo de retórica no es nueva en su discurso. Ya en 2019, afirmó que "para ser mejor mujer, no tengo que ser feminista", una declaración que consolidó su posición frente a las feministas y la colocó en el radar de los sectores conservadores. Ahora, años después, Ayuso ha elevado el tono, atacando lo que ella llama una "igualdad pop", que a su juicio victimiza a las mujeres y promueve un "falso feminismo" que sólo sirve para dividir y polarizar.

En el contexto del debate sobre el feminismo, su propuesta de recuperar la Dirección General de la Mujer, eliminando la Dirección General de Igualdad, parece una declaración de principios. Para Ayuso, la igualdad entre hombres y mujeres no debe ser una política de Estado, sino un reconocimiento de que "hombres y mujeres no somos iguales ni queremos serlo". En sus palabras, esta “falsa igualdad” ha impregnado las leyes estatales de "ridiculeces", una afirmación que refuerza su postura como antagonista de las políticas de igualdad.

Neutralizar a Vox

Más allá de su retórica, es evidente que Ayuso está utilizando su ataque al feminismo como una estrategia para eliminar a Vox del tablero político. En su intento por atraer a los votantes más conservadores, la presidenta de Madrid ha adoptado un discurso que, en muchos aspectos, es aún más extremo que el de la formación de Santiago Abascal. Rocío Monasterio, portavoz de Vox en Madrid, no ha dudado en aplaudir algunas de las medidas de Ayuso, lo que deja en evidencia la maniobra de la líder del Partido Popular para situarse como la única representante legítima de la derecha radical.

Al atraer a los votantes más conservadores, Ayuso está consolidando su poder dentro del Partido Popular, presentándose como una figura capaz de competir con Vox en su propio terreno. Es una táctica arriesgada, pero hasta ahora le ha funcionado. Durante el último 8 de marzo, Ayuso cuestionó abiertamente la necesidad de un Día Internacional de la Mujer, planteando en cambio un "Día del Hombre", lo que generó una nueva oleada de críticas, pero también un respaldo significativo entre los sectores más conservadores de la sociedad.

Un negacionismo que calienta el debate público

Las políticas de Ayuso han sido calificadas por algunos sectores como negacionistas, en el sentido de que rechazan el reconocimiento de las violencias estructurales que afectan a las mujeres. En respuesta, la presidenta madrileña ha argumentado que "en España, el machismo está siendo erradicado", afirmación que parece ignorar los alarmantes datos de feminicidios y agresiones sexuales que se han incrementado en los últimos años. En lo que va de 2024, ya se han registrado 74 feminicidios, una cifra que contrasta con la visión de Ayuso sobre una sociedad que, en su opinión, ya no tiene problemas estructurales de machismo.

Además, la presidenta madrileña ha sido acusada de desmantelar progresivamente los recursos dedicados a la lucha contra la violencia de género. Según cifras del propio Ministerio de Igualdad, en los últimos años, Madrid ha reducido las plazas de atención a víctimas de violencia de género y violencia sexual, y se ha recortado en puntos violeta y presupuestos dedicados a esta causa.

El futuro de la lucha feminista en Madrid

El impacto de las políticas de Ayuso en el feminismo madrileño está por verse. Mientras que sectores de la derecha celebran su postura como un necesario contrapeso al "feminismo radical", las voces progresistas continúan denunciando lo que ven como un retroceso en los avances logrados en materia de igualdad de género. Lo cierto es que la presidenta madrileña ha sabido utilizar el debate sobre el feminismo para fortalecer su imagen política y posicionarse como la única voz de la derecha en Madrid.

Ayuso ha encontrado en el feminismo el campo de batalla perfecto para enfrentarse a la izquierda y, al mismo tiempo, neutralizar a Vox. Su discurso, cargado de retórica polarizadora, no solo refleja su visión sobre la igualdad de género, sino también su estrategia para consolidarse como la líder indiscutible de la derecha radical en España. En un contexto donde las cuestiones de género son cada vez más relevantes, Ayuso ha optado por el camino de la confrontación, dejando claro que no necesita a nadie más a su derecha.

Lo + leído