La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado nuevas rebajas fiscales en el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones y para el alquiler de viviendas que generarán un ahorro de casi 180 millones de euros anuales a los contribuyentes de la región. Así lo ha avanzado durante su intervención en el Debate sobre el Estado de la Región, que ha comenzado hoy en la Asamblea de Madrid, en unas iniciativas con las que el Gobierno regional continúa ampliando su política de bajadas de impuestos a los madrileños.
Según ha indicado la Comunidad de Madrid, en el impuesto sobre Sucesiones y Donaciones se elevará ya desde este próximo año al 50% la bonificación para las operaciones entre hermanos y entre tíos y sobrinos por consanguinidad, que actualmente se encuentra en el 25%. De esta manera, la Comunidad de Madrid será la primera región que introduce esta medida en ambas modalidades del impuesto para este grado de parentesco.
Además, se establecerá una bonificación del 100% en el caso de las donaciones esporádicas entre particulares que sean inferiores a 1.000 euros. También se eliminará el requisito formal de otorgamiento de documento público para aplicar las ya existentes. Estas medidas afectarán sólo a 13.000 personas.
Ayuso también ha anunciado deducciones fiscales para el alquiler de viviendas que sólo tendrán impacto en 45.000 personas.
Sin embargo, todas estas políticas de reducción de impuestos van a generar una alerta social en Madrid, puesto que los que más se benefician de las medidas de Ayuso son las personas de clase alta, al igual que hizo Donald Trump en Estados Unidos y que provocó un desfalco público de más de 6 billones de dólares, según los últimos cálculos. Las medidas del expresidente beneficiaron enormemente a los multimillonarios, a las grandes corporaciones y a los bancos, que se anotaron miles de millones en beneficios netos por la rebaja fiscal, dinero que se robó a los fondos públicos. Estados Unidos lleva arrastrando desde entonces un incremento de las necesidades sociales en materia sanitaria, educativa y, sobre todo, en la ruina de cientos de miles de familias de clase media y trabajadora.
Las estrategias de recorte fiscal que de Isabel Díaz Ayuso también tuvieron consecuencias gravísimas en una de las mayores economías del mundo: Reino Unido, que quedó al borde de la quiebra tras anunciar la entonces primera ministra Lizz Truss un paquete de medidas para rebajar al mínimo los impuestos de los ricos.
El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, afirmó que más allá de la necesidad de inversión gubernamental en servicios e infraestructura, las flagrantes disparidades fiscales también socavan la democracia al erosionar la confianza en las instituciones. «Si los ciudadanos no creen que todos están pagando su parte justa de impuestos -y especialmente si ven que los ricos y las corporaciones ricas no pagan la parte que les corresponde- entonces comenzarán a rechazar los impuestos», sentenció Stiglitz.
El Premio Nobel de Economía recordó también que reforzar y estandarizar las tasas impositivas para multimillonarios y multinacionales es la forma más eficiente en que los países pueden luchar contra la evasión fiscal a escala global.
Las grandes multinacionales y los bancos sistémicos están enriqueciendo a personas porque no pagan los impuestos que les corresponden. Por tanto, las políticas que defiende Ayuso provocan que el dinero que tenía que ir al pueblo en forma de servicios públicos de calidad acaba en el bolsillo de una minoría privilegiada. Eso es lo que ocurre si se aplica la máxima del neoliberalismo por la que el dinero está mejor en el bolsillo del ciudadano que en las arcas del Estado con la que muchos políticos y representantes electos han engañado a decenas de millones de personas en todo el mundo.
Además, el propio Fondo Monetario Internacional, un organismo que no se caracteriza por estar formado por peligrosos comunistas, afirmó que las políticas de reducción de impuestos son ineficaces en la actual situación económica mundial.
En concreto, un artículo firmado por Tobias Adrian, director de Asuntos Monetarios y Mercados Financieros del Fondo, y por Vitor Gaspar, director del Departamento de Finanzas Públicas del FMI, señaló que «ante el sufrimiento de tanta gente, los gobiernos deben seguir dando prioridad a ayudar a las personas más vulnerables a hacer frente a las altísimas facturas de los alimentos y la energía, y a cubrir otros costos, pero a su vez los gobiernos deben evitar aumentar la demanda agregada debido al riesgo de que esto aumente la inflación. En muchas economías avanzadas y emergentes, la restricción fiscal puede reducir a la vez la inflación y la deuda».
Por tanto, es el propio Fondo Monetario Internacional quien avisa que la política fiscal promovida por Isabel Díaz Ayuso no es eficaz y lleva al absoluto fracaso.
Lobato: la obsesión de Ayuso son las rebajas fiscales
El portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Juan Lobato, ha anunciado en la previa al Debate sobre el estado de la Región que propondrá que la Comunidad de Madrid inicie un «camino obligado para acercarse a las regiones de España donde el profesorado tiene las mejores condiciones salariales».
«La señora Ayuso hoy nos propondrá como su gran propuesta de futuro para la economía madrileña la bonificación en el impuesto de Sucesiones y Donaciones para hermanos y entre tíos y sobrinos por consanguinidad, para Ayuso lo importante son los regalos fiscales», ha declarado Lobato quien ha continuado con la cuestión del profesorado al afirmar que «no puede ser que, Madrid, la región más rica de España y con mayor coste de la vida, sea una de las que peor retribuyen a su profesorado».