La semana pasada el G7 comunicó un acuerdo histórico: crear un impuesto global para las multinacionales del 15% que tendrán que pagar en los países donde operan y no sólo en el lugar donde estén domiciliadas. Varios países de ese grupo, incluso, han planteado que aplicarían una tasa aún mayor. Así lo comunicó Francia, que ha comunicado que tiene la intención de aplicar un impuesto del 21%, en la línea de la primera propuesta de la Administración Biden.
En España, sin embargo, el Partido Popular sigue con el mantra de las rebajas impositivas, algo que, tal y como se demostró durante las elecciones de Madrid, sólo favorece a las élites económicas, financieras, empresariales y a las grandes fortunas.
Por tanto, mientras que los países más desarrollados del mundo están negociando para la aplicación de un impuesto global mínimo para las multinacionales, el PP anuncia bajadas de impuestos históricas. Mientras que todos los países están luchando y endureciendo las leyes contra el blanqueo de capitales, el Partido Popular incluyó en su programa electoral de Madrid una reforma de la Ley del Suelo para sustituir licencias por declaraciones de responsabilidad.
El Partido Popular, por tanto, ya no sólo está enfrentado a Pedro Sánchez, sino que también lo está a todo el mundo político y económico e, incluso, al policial. Incluso Ana Patricia Botín se felicitó en Twitter del acuerdo del G7, evidentemente porque a ella no le afecta dado que el impuesto global no impacta en la banca que ya estaba sujeta a las normas fiscales de los países en los que operan.
Ayuso reveló la «gran mentira»
Casado y el PP continúan pensando que la «mentira» de que las bajadas de impuestos siguen engañando a la gente. Sin embargo, la calculadora de impuestos publicada en la web de la campaña de Isabel Díaz Ayuso es una confesión involuntaria de que las reformas fiscales prometidas por el Partido Popular están preparadas para el beneficio exclusivo de las rentas muy altas.
Mientras que para las personas que tienen un salario bruto de hasta 30.000 euros anuales el ahorro fiscal en Madrid supondría un 6,45%, para quienes tienen unas rentas de más de 10 millones de euros al año el ahorro fiscal es del 18,15%, es decir, seis veces más.
Los paraísos fiscales
El Partido Popular no se esconde en su defensa de las actividades económicas, sean legales o fraudulentas, que realizan las grandes empresas y las grandes fortunas. Así lo demostró con la enmienda presentada al proyecto de ley de prevención y lucha contra el fraude fiscal que han registrado en el Congreso de los Diputados, ley que fue aprobada hace dos semanas.
En el escrito el PP pretendía defender de posibles sanciones a las inversiones que se realicen o estén comprometidas en territorios que entren a formar parte de la lista de paraísos fiscales porque, según argumentaba el partido liderado por Pablo Casado, hay que preservar la seguridad jurídica y la competitividad de las empresas españolas en su internacionalización.
El Partido Popular no quería que a las empresas que invierten en paraísos fiscales se les retiraran exenciones fiscales, se les obligara a presentar declaraciones tributarias específicas para este tipo de inversiones (como se le haría a cualquier ciudadano), o que no pudieran deducirse determinados pagos. Es decir, el PP presentó una defensa a ultranza de los modelos neoliberales basados en buscar el modo de pagar menos impuestos y que van en contra de lo aprobado por el G7, la OCDE, el FMI y la Administración Biden.
Para el PP, el hecho de que esos paraísos fiscales tengan una baja o nula tributación no debería ser causa para entrar en la lista negra. Además, los populares propusieron que los paraísos fiscales dejen de ser tratados como tal sólo con la firma de un convenio entre España y el territorio para evitar una doble imposición con cláusula de intercambio de información para, de este modo, evitar que estos países sean tratados como paraísos fiscales.
Defensa de los ricos «patriotas»
Tras el anuncio del acuerdo de gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos, los asesores fiscales recibieron una avalancha de peticiones por parte de los millonarios de este país para trasladar su residencia a Portugal y, de este modo, no pagar impuestos en España.
Proporcionalmente, los millonarios españoles pagan menos impuestos que las clases medias y trabajadoras. Las cifras actuales de fraude y elusión fiscal de las grandes fortunas y de las grandes empresas en España se calcula que está por encima de los 60.000 millones de euros al año.
Por otro lado, las exenciones fiscales de las grandes corporaciones en España consiguen que, mientras una Pyme está pagando casi un 20%, aquéllas sólo contribuyan al Estado con apenas un 7%, según datos publicados por la Agencia Tributaria. Por tanto, entre unas cosas y otras los millonarios y las élites empresariales, económicas y financieras, dejan de pagar más de 120.000 millones de euros, un dinero que es fundamental para el sostenimiento del estado del bienestar o para que desde la Administración se pueda invertir en políticas activas de empleo efectivas que generen riqueza.
El patriotismo, como el movimiento, se demuestra andando. Una tela de colores no le hace a nadie más patriota. Son los hechos y esta fuga de capitales provocada por el miedo generada por un falso «hachazo fiscal» o por la aplicación de la Constitución sí que debería ser calificado como rebelión porque se trata de una verdadera traición al pueblo.