Algo que se escapa a las entendederas más sesudas no cuadra del todo en este complejo puzle del caso Errejón cuando la gran y casi única beneficiada de todo este tumulto político y mediático es la derecha patria más biempensante y respetuosa de los valores sacrosantos del heteropatriarcado más rancio y vetusto. Porque si algo queda claro en el abrupto adiós a la política del portavoz parlamentario de Sumar es que no ha sido ni mucho menos un nuevo triunfo del MeToo (como a priori debería haberlo sido) tras el paso adelante dado por la activista y periodista Cristina Fallarás al dar visibilidad a las denuncias de varias presuntas víctimas del ya ex dirigente político.
La jugada política entre maquiavélicas bambalinas parece evidente visto el jolgorio con el que se ha celebrado en la bancada conservadora la caída del que hasta ayer mismo era un abanderado acérrimo de la causa feminista. He ahí la extrañeza y perplejidad a la hora de abordar este complejo asunto mediático, social y político a un tiempo.
Todo lo que estamos conociendo en las últimas horas es horroroso y demoledor. Desgraciadamente no hemos sabido hacer lo suficiente y no tengo palabras para expresar mi profundo pesar, y mi preocupación y apoyo a todas las victimas. Estamos hartas y todos los casos tienen que…
— Mónica García (@Monica_Garcia_G) October 25, 2024
¿Por qué precisamente ahora? ¿Por qué ahora si parece que todo el mundo, hasta el vecino del quinto derecha, conocía los desmanes reconocidos por el propio ex fundador de Podemos? ¿Por qué justo cuando el agua le llegaba al cuello, políticamente hablando, a la presidenta de la Comunidad de Madrid? ¿Por qué tiene que sentirse la izquierda feminista hundida y la jarana y los golpes de pecho sólo se están dando en la acera de la rectitud moral más ultramontana y conservadora? ¿El mundo al revés?
La izquierda siempre ha sido muy de abanderar unas causas en público y hacer lo contrario en privado.
— Sergio Sayas (@sergiosayas) October 24, 2024
De Errejon al “la azotaría hasta que sangrara” de Iglesias.
Del Tito Berni a las “novias” de Ábalos.
Son pura hipocresía.
El machismo es transversal, no entiende de izquierdas o derechas. La lucha contra la violencia sobre las mujeres tampoco tiene más bandera que la del feminismo sin apellidos. Como siempre ha sido, nada nuevo bajo el sol. La causa feminista y la defensa de una verdadera igualdad real sin abusos de ningún tipo sobre la mujer sí ha sido, es y será siempre una bandera irrenunciable de todas las fuerzas progresistas que se precien de serlo. ¿Entonces? He aquí la extrañeza de todo este ciclón Errejón precisamente ahora, justo en este momento en que el tablero político se debatía entre novios traviesillos con Hacienda y novias con pisito puesto.
Pues a la izquierda le está quedando un feminismo estupendo… pic.twitter.com/P9Yqo36UEY
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) October 25, 2024
Nada ilustra mejor este mundo al revés que el tuit publicado este viernes por la pareja de un presunto defraudador de Hacienda confeso. Parecía que había vuelto a renacer cual ave fénix apenas unas horas después de que en un pleno parlamentario respondiera a las andanadas de la oposición política entre balbuceos y con el rostro poco menos que desencajado. Confirma esta extrañeza que la presidenta de todos los madrileños ha tenido este viernes tiempo suficiente para dedicarle unas palabras a la prensa en su visita a Galicia con el único objetivo de dejar caer el mantra de toda la derecha al unísono: que Sumar lo sabía y no hizo nada para evitar males mayores a tiempo. Cuando a continuación los colegas de la prensa empezaron a preguntarle por los desvelos de su pareja con Hacienda ya fueron todo prisas y mutis por el foro.
Poco a poco se empieza a aclarar todo. Poco a poco.