El 2024 se convirtió en el año más letal para los trabajadores humanitarios de la historia reciente. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), 383 personas que brindaban asistencia a comunidades en crisis fueron asesinadas mientras realizaban su labor. La mitad de estas muertes se concentraron en Gaza, donde 181 trabajadores perdieron la vida, seguido por Sudán con 60 víctimas mortales.
Además de los fallecidos, más de 300 trabajadores resultaron heridos, 125 fueron secuestrados y 45 detenidos. La tendencia se mantiene en 2025: hasta el 14 de agosto, ya se habían contabilizado 265 muertes violentas de cooperantes humanitarios.
Ataques que afectan a todos
Tom Fletcher, secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, señaló que “cada ataque contra un trabajador humanitario es un ataque contra toda la comunidad humanitaria y contra quienes necesitan ayuda”. La violencia no discrimina: afecta tanto a personal nacional como internacional, y ocurre tanto en el lugar de trabajo como en los hogares de los cooperantes.
OCHA subraya que los ataques contra el personal humanitario violan el derecho internacional y socavan los recursos vitales que sostienen a millones de personas atrapadas en conflictos o catástrofes.
Campañas para proteger a los valientes
Los informes de OCHA destacan que, a pesar de las normas internacionales y resoluciones vinculantes, los responsables rara vez son castigados. “La inacción internacional frente a estos ataques es una vergüenza”, indicó la oficina de la ONU, reclamando medidas urgentes y responsabilidad para quienes cometen estos crímenes.
Gaza, escenario de la mayor tragedia
En los territorios palestinos, los cooperantes han sufrido ataques deliberados. La Media Luna Roja Palestina informó que más trabajadores han perdido la vida en Gaza que en cualquier otro conflicto reciente. Younis Alkhatib, presidente de la organización, hizo un llamamiento directo: “Ningún Estado debe estar por encima de la ley. La comunidad internacional tiene la obligación de proteger a los trabajadores humanitarios y poner fin a la impunidad”.
Frente a esta situación, OCHA ha relanzado la campaña #ActForHumanity, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de la protección de quienes dedican su vida a salvar a otros. La iniciativa insta a exigir medidas concretas que garanticen la seguridad del personal humanitario y el respeto de los derechos de los civiles en zonas de conflicto.
El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, celebrado cada 19 de agosto, se ha convertido en un recordatorio sombrío del valor y los riesgos que enfrentan los cooperantes. Sin su labor, millones de personas en todo el mundo quedarían desprotegidas ante guerras, desastres y crisis humanitarias.