Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha protagonizado una serie de declaraciones en un desayuno de Nueva Economía Fórum, que revelan una estrategia de confrontación directa no solo contra el gobierno de Pedro Sánchez, sino también contra las instituciones judiciales y mediáticas de España. Además, se ha tomado la libertad de pedir disculpas por un conflicto con Argentina, que no le compete
Sus palabras, cargadas de un fuerte contenido político y emocional, plantean un escenario de crisis institucional que, según ella, podría desembocar en un asalto al Tribunal Supremo después de que, a su juicio, ya se haya comprometido la integridad del Tribunal Constitucional y la Fiscalía.
La Estrategia del miedo de Ayuso
Ayuso utiliza un lenguaje que recuerda al empleado por líderes de movimientos autoritarios, describiendo al gobierno de Sánchez como una entidad que "no tiene freno" y ante la cual "no tenemos a quién acudir". Esta retórica no solo busca movilizar a su base electoral mediante el miedo, sino que también intenta deslegitimar por completo a la administración actual, acusándola de manipular la justicia y de controlar de manera autocrática las diversas esferas del poder estatal.
Para Ayuso, las webs de ultraderecha son medios independientes al defender sus informaciones falsas o de dudosa veracidad, cuando ha atacado a Pedro Sánchez y, por ende, a su esposa.
"En el último episodio, que es de culebrón de telenovela, a Sánchez le ha dado igual exponer y desguazar el prestigio de su mujer ante el mundo entero, quedando como muñidora de contratos y actuaciones impropias de la mujer de un presidente, con tal de entrar en las elecciones catalanas y, por supuesto, no dar explicaciones sobre todo lo que Begoña Gómez ha hecho o deshecho durante largos años".
Da por buenas las informaciones falsas y la denuncia de Manos Libres con recortes de prensa, cuando afirma que "los titulares que se conocen cada día harían caer al primer ministro de cualquier democracia, pero como yo soy Ejecutivo, Legislativo y Judicial, si mi mujer ha de dar explicaciones ante un juez, ¿esto es que la democracia española está en peligro? Pues adelante… pero no, un presidente no da pena, un presidente da explicaciones. El respeto que Sánchez tiene por sus votantes es el mismo que tiene por el resto de españoles, por nuestra Nación y por la verdad misma".
Unas palabras que producen sonrojo en el buen periodismo.
¿Qué es un sistema de gobierno autocrático?
Es el que concentra el poder en una sola figura cuyas acciones y decisiones no están sujetas ni a restricciones legales externas, ni a mecanismos regulativos de control popular
La presidenta madrileña menciona específicamente el caso de Begoña Gómez, esposa del presidente Sánchez, cuestionando la integridad y la transparencia de sus actividades, y sugiere que el escrutinio público y judicial al que se enfrenta debería haber provocado ya la caída de un primer ministro en cualquier otra democracia. Este argumento se amplifica al conectarlo con el caso de José Luis Ábalos, exministro y figura prominente del PSOE, implicado en supuestas tramas de corrupción. Ayuso utiliza estos ejemplos para reforzar la imagen de un gobierno rodeado de escándalos, incapaz de sostenerse bajo los estándares de otras democracias.
Las acusaciones de manipulación de Ayuso
Otro aspecto central en el discurso de Ayuso es la acusación de que el gobierno de Sánchez está reinterpretando la Constitución Española a su favor, especialmente en temas tan delicados como el nacionalismo catalán. Cita el reconocimiento nacional de Cataluña y las acciones del exministro Salvador Illa como ejemplos de cómo el gobierno actual estaría utilizando su poder para redefinir la identidad nacional de España a conveniencia del PSOE.
La Dinámica Electoral y las Elecciones Catalanas
En el contexto de las elecciones en Cataluña, Ayuso describe la situación como un escenario de corrupción "obscena", anticipando la aprobación de leyes de amnistía que, según ella, serían otro paso en la manipulación gubernamental. Este argumento se enmarca en una crítica más amplia al manejo de la pandemia por parte de Illa, quien, según Ayuso, ha llevado a cabo una de las peores gestiones en la historia reciente de Europa.
Ayuso se ha posicionado como un bastión de resistencia frente a lo que percibe como ataques contra la ley y la integridad institucional de España. En este punto, su discurso se torna en una llamada a la defensa de valores tradicionales y al respeto por la legalidad, presentando a Madrid como un refugio frente a las políticas que ella considera destructivas por parte del gobierno central.
Las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso tienen son estrategia política basada en la polarización y la confrontación directa con el gobierno de Pedro Sánchez. Su discurso se centra en presentar al actual ejecutivo como una amenaza para la democracia y las instituciones judiciales del país, utilizando ejemplos de presunta corrupción y manipulación legal para argumentar su punto. Este enfoque plantea serias preguntas sobre la cohesión y el futuro político de España en un momento de profunda división social y política.