El alcalde de Madrid ha salido en los papeles británicos por sus políticas poco sostenibles, pocos climáticas y poco ecologistas. Según el Financial Times, Martínez-Almeida ha sido acusado de “afectar la capacidad de la capital española para hacer frente a temperaturas récord al talar árboles y descuidar el tipo de vegetación urbana que ayuda a otras ciudades del mundo a mantenerse frescas”. Es decir, la prensa anglosajona retrata a Almeida como un desaprensivo arrancapinos, un negacionista o pequeño Bolsonaro castizo que contribuye a agravar el problema del calentamiento global.
“Antes de las elecciones locales de este mes, los políticos de izquierda pintan a los conservadores gobernantes de Madrid como negacionistas del cambio climático cuyas políticas están poniendo en peligro el futuro de la ciudad”, asegura el rotativo.
Los periodistas delFT creen que está en juego la lucha por los árboles pese a que en España emerge el abril más caluroso desde que comenzaron los registros y partes del país lidian con una sequía devastadora, lo que ha llevado al Gobierno central esta semana a brindar ayuda de emergencia a los agricultores.
Emergencia en Madrid por el calor pero se talan árboles
“Mónica García, candidata de izquierda a la presidencia de la región de Madrid”, asegura que el Partido Popular, que gobierna la ciudad y la región en general, está “yendo en contra del sentido común” y de sus propios ciudadanos con su aparente desprecio por la naturaleza. “El Partido Popular está convirtiendo efectivamente a Madrid en una anomalía, un bastión del siglo XX –o en algunos aspectos del XIX– que lucha constantemente contra el siglo XXI”, dijo García, líder del partido Más Madrid, al Financial Times.
La ola de calor del mes pasado, que también afectó a Portugal, Marruecos y Argelia, llevó a la Comunidad de Madrid a anunciar protocolos de emergencia por calor en las residencias y a que los colegios ajustaran los horarios para que los niños no sufran el sol más intenso. También adelantó la apertura de piscinas públicas a este sábado para ayudar a la gente a refrescarse.
“En otras ciudades, especialmente en zonas climáticas de tipo mediterráneo que van desde el sur de Europa hasta California y el sur de Australia, los efectos refrescantes de la vegetación se han convertido en una parte esencial de los esfuerzos para controlar las temperaturas abrasadoras”, asegura el Financial Times.
Casi 80.000 árboles menos desde que gobierna Almeida
Sin embargo, según datos del gobierno de la ciudad, el número de árboles maduros en Madrid se ha reducido en más de 78.000 desde que el alcalde del PP comenzó su mandato en 2019. Todo ello mientras los científicos y ecologistas alertan de que las grandes ciudades del planeta se han convertido en los principales hornos que hacen subir la temperatura global. Los expertos reclaman medidas contundentes y drásticas, como prohibir el tráfico rodado en las grandes urbes, instalar cinturones verdes alrededor de las áreas metropolitanas, reducir las tasas de contaminación e instalar más jardines y parques, es decir, incrementar exponencialmente el número de árboles urbanos. De esta manera se rebajan los niveles de polución y se reduce unos grados la temperatura. Con un Madrid más verde y más limpio, miles de madrileños no enfermarían de graves afecciones respiratorias y se podría pasear de forma más fresca por la ciudad. Sería una capital mucho más humana, habitable y sostenible. Lamentablemente Almeida no está en esas políticas, quizá porque, tal como dice el Financial Times, es un negacionista de manual que no cree en el cambio climático. Un peligroso arrancapinos que pone en riesgo la vida de todos.