Las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, en las que denunció la falta de información del Gobierno central respecto a la llegada de migrantes desde Canarias, alegando que las comunidades autónomas estaban en la oscuridad, han provocado una intensa polémica y han sido tachadas de "absoluta falsedad" e "insulto intolerable" por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en funciones, José Luis Escrivá.
Si bien es importante que las administraciones tengan información clara y actualizada, resulta preocupante el lenguaje utilizado por Ayuso, refiriéndose a los migrantes como "fardos que se envían y se van dejando por la Península". Este tipo de retórica no solo deshumaniza a quienes buscan una vida mejor, sino que también socava la labor de las ONG y entidades que colaboran en la acogida y atención de estas personas.
Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en funciones, José Luis Escrivá
La respuesta de Escrivá no se hizo esperar, defendiendo a las ONG y resaltando el trabajo conjunto con el Ministerio en el proceso de acogida. El ministro denunció el comentario de Ayuso como un "insulto intolerable", no solo por su falta de veracidad sino también por el menosprecio hacia el esfuerzo de quienes trabajan día a día por un trato digno hacia los inmigrantes.
Es preocupante que líderes políticos del calibre de Ayuso, no por la calidad de sus declaraciones pero sí por la repercusión que tienen, utilicen la situación migratoria, compleja y delicada, como una herramienta de lucha política.
Recientes sucesos, como el traslado de 321 migrantes a Almería, y otros 180 a Extremadura, han reafirmado la necesidad de una mejor coordinación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. La alcaldesa de Almería y el consejero portavoz del Gobierno andaluz han hecho eco de esta necesidad, criticando la "deslealtad institucional" y la "mala planificación migratoria" del Ejecutivo central.
Sin embargo, es importante separar la crítica política legítima de la retórica dañina quegenera divisiones y resentimientos en la sociedad, en un momento en que la cohesión social es más necesaria que nunca
La inmigración, con todos sus desafíos, requiere de una gestión conjunta y un enfoque humanitario. Los auténticos líderes deben entender la importancia de este asunto y actuaren consecuencia, evitando la polarización y buscando soluciones reales.