La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, ha insistido en que el inicio de las sesiones de control al Gobierno es una "obligación irrenunciable" tras el Pleno de investidura de Alberto Núñez Feijóo. No obstante, es curioso que el PP no haya mostrado el mismo interés en sesiones de control anteriores, especialmente cuando el Ejecutivo estaba bajo la dirección de Mariano Rajoy. La siempre presente, entre los populares, de la"doble vara de medir".
Cuca Gamarra ha resaltado la importancia de las sesiones de control al Gobierno como una "obligación irrenunciable", una postura que cobra especial relevancia en un contexto político altamente polarizado.
La portavoz popular rechaza calificar como "fracaso" el hecho de que Feijóo se quede a tan solo cuatro escaños de la mayoría absoluta. Aunque es cierto que el PP ha ganado las elecciones, el verdadero medidor del éxito en un sistema parlamentario es la capacidad de formar un Gobierno estable. La política no es solo ganar elecciones, sino ser capaz de traducir esos resultados en gobernabilidad efectiva. Ignorar este aspecto fundamental puede interpretarse como una falta de autocrítica necesaria para adaptarse a las demandas políticas actuales.
El PP aplica el principio del consenso de manera selectiva
Gamarra critica la decisión del Congreso de permitir el uso de lenguas cooficiales, argumentando que cambios en este sentido deberían ser producto de un consenso. Sin embargo, esta postura contrasta notablemente con la intransigencia que muestra el PP en otros temas de gran envergadura, como son las políticas en relación a Cataluña. Esencialmente, el PP aplica el principio del consenso de manera selectiva, buscando la unidad en ciertas cuestiones, cuando les interesa, mientras que en otras fomenta la polarización.
Cuca Gamarra, como portavoz del PP, tiene la difícil tarea de equilibrar entre la defensa de los intereses de su partido y la responsabilidad de contribuir a una gobernabilidad efectiva y democrática. Sin embargo, un análisis más detallado de sus posiciones y declaraciones revela una serie de inconsistencias que podrían interpretarse como señales de oportunismo político más que como una serie de posiciones coherentes.
El ejercicio de la democracia implica más que simples declaraciones; requiere coherencia, transparencia y un compromiso genuino con los principios democráticos.