El líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ha vuelto a ocupar el centro de la atención política, desquiciando a los españoles, al anunciar una convocatoria de presidentes autonómicos para septiembre, en una clara maniobra de contraprogramación frente a la Conferencia de Presidentes que el Gobierno central tenía previsto celebrar ese mismo mes. En un contexto de tensión política creciente, justifica esta decisión como una respuesta necesaria a lo que considera una "emergencia nacional" derivada de los pactos entre el PSC-PSOE y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que, según él, están desmantelando el Estado de bienestar y la igualdad territorial.
¿Una convocatoria de urgencia?
Durante una entrevista en 'Herrera en Cope', Feijóo reveló su plan de reunir a los presidentes autonómicos del PP para defender "la igualdad de todos los españoles". Esta convocatoria surge en un momento en que el Gobierno de Pedro Sánchez, que lleva meses postergando la Conferencia de Presidentes, finalmente ha decidido programarla para septiembre. Según Feijóo, la convocatoria de su propio encuentro no es una simple respuesta a la inacción del Gobierno, sino una necesidad para abordar lo que describe como un "desafío nacional".
Feijóo ha criticado duramente el pacto entre el PSOE y ERC, que contempla la posibilidad de un concierto económico para Cataluña, similar al que disfrutan el País Vasco y Navarra. El líder popular argumenta que esta medida es un ataque directo a la equidad entre las comunidades autónomas y un paso más hacia la fragmentación del país. "Estamos ante una emergencia nacional", declaró Feijóo, añadiendo que la decisión de Sánchez de negociar con los independentistas catalanes es una "derogación" de la Constitución de 1978.
España es un delirio
En su intervención, Feijóo no escatimó críticas hacia el presidente del Gobierno y su gestión de las relaciones con los partidos independentistas. Según Feijóo, España está en un "delirio" en el que la política de Sánchez está siendo dictada por aquellos que desean separarse del país. "Antes los independentistas solo mandaban en Cataluña, ahora también mandan en España", afirmó, en referencia a la influencia que los partidos separatistas tienen actualmente en el Congreso de los Diputados.
Feijóo también aprovechó para atacar la gestión del Ejecutivo en torno a la fuga y reciente regreso de Carles Puigdemont, a quien acusa de haber vuelto a España "para cobrar su amnistía". Según el líder del PP, el retorno del expresidente catalán es un "ridículo internacional" permitido por el Gobierno, que no ha actuado para hacer cumplir las órdenes judiciales contra él. Feijóo responsabilizó directamente a los ministros de Interior y Defensa de este fracaso, sugiriendo que su inacción es un reflejo de la debilidad del Ejecutivo frente a los separatistas.
Una oposición sin rumbo
El anuncio de Feijóo llega en un momento en que su liderazgo dentro del PP está siendo cuestionado, tanto por las bases del partido como por la opinión pública. Desde que asumió la presidencia del PP hace dos años y medio, Feijóo ha logrado reunificar a la formación tras los turbulentos años de la era Casado, pero sigue sin encontrar un estilo de liderazgo que le permita consolidarse como una alternativa viable a Pedro Sánchez. Las encuestas más recientes, incluyendo las del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), reflejan una caída en su popularidad, incluso entre los votantes tradicionales del PP y Vox.
En la entrevista, Feijóo admitió que la actual legislatura es "un error", y sugirió que la estrategia de su partido debe ser más agresiva para contrarrestar lo que considera un deterioro de las instituciones democráticas bajo el mandato de Sánchez. Sin embargo, esta postura más combativa ha generado divisiones dentro del PP, donde algunos dirigentes sugieren que el partido debería adoptar una oposición menos polarizada y más centrada en propuestas constructivas.
El desafío para Feijóo es mantener la unidad del PP mientras navega por un panorama político cada vez más complicado. La convocatoria de los presidentes autonómicos en septiembre será una prueba clave de su capacidad para liderar una oposición efectiva y para movilizar a los barones regionales en una estrategia común. Al mismo tiempo, tendrá que enfrentar la posibilidad de que esta maniobra sea vista como una táctica desesperada para recuperar terreno frente a un Pedro Sánchez que, a pesar de las polémicas, sigue manteniendo una coalición de gobierno estable y con influencia decisiva en las decisiones parlamentarias.
Feijóo, que se recupera de una operación por desprendimiento de retina, tendrá que demostrar que su visión para el futuro del PP y de España es clara y convincente. De lo contrario, corre el riesgo de que su liderazgo sea visto como vacilante, lo que podría abrir la puerta a nuevos desafíos internos en un momento crítico para el partido.
La deriva de Feijóo, marcada por su decisión de contraprogramar la conferencia de presidentes y su dura retórica contra el Gobierno de Sánchez, refleja la creciente tensión en la política española. Con un liderazgo en entredicho y un país dividido, el futuro del PP y de Feijóo como su líder máximo está lleno de incertidumbres. Lo que está claro es que la estrategia de confrontación directa con el Gobierno y los independentistas será el eje central de la oposición popular en los próximos meses.