Digno de una novela de Cervantes, Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular y líder de la oposición, ha organizadouna escapada estratégica a un cigarral en Toledo, lejos de las miradas curiosas y las cámaras indiscretas. El objetivo: trazar un plan de ataque contra el gobierno de Pedro Sánchez y sus alianzas con los independentistas. La escena, que bien podría ser confundida con un retiro espiritual, o una reunión secreta de los Tercios de Flandes, promete ser el epicentro de la estrategia del PP para el nuevo curso político.
Feijóo, en un estilo que mezcla a Maquiavelo con el Cid Campeador, no solo busca combatir políticamente a Sánchez, sino también arrebatarle las banderas del ecologismo y el feminismo. En una "jugada maestra", piensan, ha completado la renovación de su equipo con secretarios ejecutivos que se enfocan en el medio ambiente, la sanidad, y la educación.
Además, Feijóo parece tener un nuevo truco bajo la manga: las cuatro nuevas vicesecretarias, Paloma Martín, Ester Muñoz, Ana Alós y Noelia Núñez, completan un comité de dirección de 16 personas, conocido como el "sanedrín" de Feijóo. ¿Su misión? Marcar de cerca cada movimiento del gobierno de Sánchez. El presidente del PP ha decidido que, en la guerra contra los pactos con independentistas, todos los movimientos cuentan.
Entre risas y dinámicas de equipo, con algún "brake coffee" por eso de combatir un bajón de azúcar,el comité del PP parece estar listo para enfrentar las elecciones gallegas, vascas y europeas. Feijóo, en un tono que recuerda al de un entrenador de fútbol antes del gran partido, ha instado a su equipo a no confiarse y trabajar duro. "¡No más siestas!", podría ser el nuevo lema del PP.
Siguiendo los pasos de Mariano Rajoy, Feijóo utiliza Toledo como su cuartel general, tal vez esperando que el espíritu de lucha y resistencia de la histórica ciudad se contagie a su equipo. Y mientras Esteban González Pons, ahora vicesecretario de Institucional del PP, asiente "con sabiduría", es imposible, ante este cuadro, nopreguntarse si en algún momento del retiro aparecerá un hidalgo a lomos de un rocín flaco, listo para enseñarles cómo luchar contra molinos de viento.
En definitiva, esta reunión en Toledo podría ser recordada como el momento en que Feijóo y su equipo, cual modernos caballeros andantes, se armaron de valory estrategias para enfrentar los desafíos políticos que se avecinan.