Carlos Mazón ya tiene su primera cabeza de turco. Alguien que pague la nefasta gestión por la riada. El president de la Generalitat ha cesado a la consellera de Justicia, Salomé Pradas, por su polémica gestión en la catástrofe que azotó a la Comunitat Valenciana el pasado 29 de octubre.
Pradas confesó públicamente que no supo de la existencia del sistema de alertas masivo ES-Alert (que permite enviar avisos a todos los teléfonos móviles de un área determinada en situaciones de riesgo) hasta las 20.00 horas del martes negro. El discurso de Pradas sobre la crisis ha adolecido de mentiras. “A las 20.00 de la tarde recibo la llamada del secretario de Estado y me dice que hay riesgo inminente de que se rompa la presa”, reconoció. “Es en ese momento cuando me informan del sistema ES-Alert”, afirmó. No fue así. Fue a las siete y cuarto de la tarde cuando un técnico de ES-Alert, en una reunión de emergencia, le aconseja sobre cómo proceder a la alerta masiva a la población.
La segunda falsedad tiene que ver con el mismo sistema de emergencia y seguridad: “No está reglado, no está en nuestros planes, es un borrador”. Falso también, todo está recogido en los protocolos de actuación para casos de desastres naturales. El tercer bulo tiene que ver con la delegada del Gobierno, a la que acusó de no ofrecerle la ayuda del Ejército. “Niego que ella en ese momento ofreciera el despliegue de la UME”. La coartada se cae por su propio peso cuando se comprueba que ella misma reconoció que la UME se puso a disposición de la Generalitat para desplazase a Valencia a las 12.40 de la misma mañana del desastre.
Las mentiras de Pradas son las mismas mentiras de Mazón, solo que este es quien tiene el mando y el poder para cortar cabezas, todas las cabezas menos, lógicamente, la suya. Ahora bien, cabe suponer que Pradas no va a quedarse callada. Hay una investigación judicial en marcha con varias denuncias y querellas de afectados en juzgados de Valencia y ella será una de las personas que tendrán que dar explicaciones sobre las decisiones tomadas ese día y las que no se tomaron. Pradas era mujer de confianza de Mazón, su mano derecha, y sabe muchas cosas sobre el ex molt honorable. Cosas de funcionamiento interno del partido y también personales. Cosas presuntamente sensibles. Es de suponer que entre esas “cosas” y secretos haya mucha información peligrosa sobre la polémica comida que durante toda la tarde mantuvo Mazón con la periodista Maribel Vilaplana. Es algo que ya se ha publicado por los medios de comunicación que entre Pradas y el jefe se cruzaron numerosas llamadas telefónicas. La consellera necesitaba saber dónde estaba Mazón, pero este estaba apagado o fuera de cobertura. En pantalla con fundido a negro, tal como, según ha explicado la ministra Ribera, se quedó el CECOPI entre las seis y las siete de la tarde de aquella fatídica tarde para la historia.
El cese de Pradas abre, sin duda, una brecha en el PP valenciano. A través de un comunicado, Mazón le ha agradecido a la exconsellera su “generosidad política” y “altura de miras”, “reconociendo su gran labor tanto en sus actuales funciones como en las que desarrolló en calidad de consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio”. Palabras para endulzar la defenestración prematura de una política joven que creía encontrarse ante un futuro prometedor. “La capacidad de respuesta de la consellera frente a la emergencia es limitada”, asegura una fuente del PP, que recuerda que “no tiene experiencia en gestión. Se ha visto que le queda grande”, informa diario.es. Además, el citado medio sugiere que el departamento de Justicia e Interior fue entregado a Vox en el primer Ejecutivo de Mazón y “se centró más en los bous al carrer, un caladero de votos en disputa entre la derecha y la extrema derecha, que en reforzar la respuesta a las Emergencias, un terreno extremadamente delicado”, tal como se ha podido constatar en esta crisis climática.
Con el adiós de Pradas, la cartera se dividirá en dos: Juan Carlos Valderrama Zuirán asumirá la Conselleria de Emergencias e Interior, mientras que Nuria Martínez Sanchis será nombrada en Justicia. Valderrama Zuirán es un doctor en Medicina y Cirugía, catedrático de la Universitat de Valencia y director del grupo de Información e Investigación Social y Sanitaria (Grupo UISY). Martínez Sanchis es abogada, doctora en Derecho por la Universidad Católica de Valencia y directora de un máster universitario en Abogacía y Procura.
Esta es, hasta el momento, la profunda reestructuración que prometía Mazón y que, según Feijóo, iba a dejar reconfortados a los valencianos. Un chivo expiatorio y poco más. ¿Habrá cuchillos largos y venganzas en plato frío? Los problemas se le acumulan al barón popular valenciano. Está dejando demasiados cadáveres por el camino, y eso no es bueno en su intento de salvar el cuello.