La reunión celebrada en el Vaticano entre el Papa y los obispos españoles, sorprendentemente, no abordó el tema de los abusos sexuales en la Iglesia. Esta "omisión" se convierte en el foco de una ironía tan densa que casi se puede cortar con cuchillo, especialmente ante la reciente publicación del informe del Defensor del Pueblo sobre este flagelo.
La "no conversación" sobre abusos
¿Es posible reunir a 50 obispos españoles y no hablar de uno de los temas más cruciales que enfrenta la Iglesia hoy? Según la CEE, parece que sí. Nos podíamos preguntar si en la agenda de la reunión, justo después de "evitar temas incómodos", estaba anotado "repasar el Octavo Mandamiento: No dirás falso testimonio ni mentirás".
Desfase cultural: un viaje en el tiempo con la CEE
En una demostración de su habilidad para viajar en el tiempo, la Conferencia Episcopal parece haberse quedado estancada en una era donde el término "tercer mundo" era moneda corriente. Casi podemos visualizar a los obispos, con mapamundis desactualizados en mano, debatiendo sobre los desafíos de la modernidad con la misma facilidad con la que ignoran los temas críticos de su propia institución. Esta desconexión no solo es preocupante, sino que también pinta un cuadro caricaturesco de una entidad que está más preocupada por mantener un pie en el pasado que por dar un paso hacia el futuro.
Crisis Vocacional: Un Tabú
La crisis vocacional es un fantasma que la CEE parece querer ignorar, atribuyendo la falta de seminaristas a la baja natalidad y comparándola, de forma casi cómica, con las universidades. Esta evasión del problema subyacente demuestra una falta de autoexamen y una renuencia a enfrentar realidades incómodas.
La crisis vocacional, un elefante en la habitación que la CEE, tiene para los representantes de la Iglesia en España cualquier explicación, al menos de forma pública, que sea fruto de una honesta reflexión interna. La comparación de seminarios vacíos con universidades sin alumnos es tan absurda que casi invita a la risa, si no fuera por la triste realidad que subyace.
Presencia Papal
A pesar de su estado de salud, el Papa Francisco asistió a la reunión, desafiando los rumores sobre su frágil estado de salud. Sin embargo, incluso su presencia no fue suficiente para llevar el barco hacia aguas más honestas y transparentes en cuanto a los temas realmente urgentes.
La reunión del Vaticano y las posteriores declaraciones de la CEE han puesto en evidencia una profunda desconexión con las realidades actuales. La omisión del tema de los abusos sexuales, la utilización de terminología desfasada, y la negación de la crisis vocacional, son claros ejemplos de una institución que se niega a abordar sus problemas internos con honestidad.