El Partido Popular Europeo (PPE) ha dado un golpe de timón que deja en evidencia al líder del PP español, Alberto Núñez Feijóo.Manfred Weber, presidente del PPE, ha ordenado a sus eurodiputados que apoyen la semana próxima el nombramiento de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea. Con este movimiento, se despeja el camino para la aprobación del nuevo Colegio de Comisarios propuesto por Ursula von der Leyen, tras días de enfrentamientos y maniobras políticas que han desgastado al PP tanto en Bruselas como en Madrid.
Ribera, la comisaria con más poder en la historia de España
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, está a punto de convertirse en la número dos de la Comisión Europea, asumiendo competencias de gran relevancia en materia de energía, medio ambiente y competitividad. Este puesto no solo consolida a Ribera como una figura clave en el ámbito comunitario, sino que también la convierte en la comisaria española con más poder ejecutivo de la historia, superando incluso a figuras como Javier Solana en la OTAN o Rodrigo Rato en el FMI, este último terminó con sus huesos en la cárcel.
En contraste, la estrategia del PP español para bloquear su nombramiento ha sido calificada de "chapucera y desesperada" por analistas políticos. Durante los últimos 10 días, los eurodiputados populares españoles, respaldados por Weber, lanzaron una ofensiva sin precedentes en las instituciones europeas, utilizando ataques personales y bulos, algunos de ellos calcados de VOX, para intentar impedir que Ribera asumiera el cargo.
El pacto europeísta: una bofetada al ultraderechismo
El PPE, presionado por socialistas, liberales y ecologistas, ha optado por abandonar la vía del enfrentamiento y retomar el camino del consenso. El acuerdo alcanzado, que también incluye el apoyo al italiano Raffaele Fitto, propuesto por Giorgia Meloni, y al húngaro Olivér Várhelyi, aliado de Viktor Orbán, asegura una mayoría amplia y europeísta en la Eurocámara.
Esta decisión deja al PP español completamente aislado. Fuentes cercanas al PPE han señalado que Weber no estaba dispuesto a arriesgarse a una revuelta interna. "La mayoría de los populares europeos votarán a Ribera, como la mayoría de los socialistas lo harán con Fitto", ha explicado un eurodiputado popular bajo anonimato.
Un desgaste político irreversible para Feijóo
La maniobra del PP español no solo ha fracasado estrepitosamente, sino que ha puesto en evidencia la incapacidad de Feijóo para liderar una estrategia política coherente a nivel europeo. Mientras socialistas, liberales y ecologistas sellaban un pacto que refuerza el proyecto comunitario, el PP español insistía en sembrar el caos y en pedir votaciones secretas para prolongar el bloqueo.
En palabras de un diplomático escandinavo: "Weber va de valiente cuando cree que enfrente tiene cobardes, pero recula cuando se le planta cara". Este cambio de rumbo ha dejado al PP español como el gran perdedor de esta contienda, incapaz de influir ni siquiera en su propio grupo político.
El impacto mediático y la reacción del PSOE
Mientras tanto, desde el PSOE no han perdido la oportunidad de criticar duramente al PP. Iratxe García, líder de los socialistas en el Parlamento Europeo, ha acusado al PP de utilizar las instituciones europeas como "rehén de sus batallas internas".
Pedro Sánchez también ha salido al paso, defendiendo el derecho de cada país a elegir a sus comisarios. "Lo que dicen los tratados es que todos los países tienen derecho a decidir quién ocupa estos cargos. No hay ninguna línea roja que se haya cruzado", ha asegurado el presidente español en declaraciones a los medios.
El PP en el abismo político
Con la orden de Weber, que será ejecutada la próxima semana, el PP español se enfrenta a un descrédito sin precedentes. La imagen de Feijóo como un líder sólido y capaz de influir en Europa queda en entredicho, mientras Teresa Ribera se prepara para asumir un papel clave en la política comunitaria.
El desenlace de esta crisis no solo refuerza el liderazgo de Ribera y Sánchez en la escena internacional, sino que también evidencia las grietas internas de un PP cada vez más aislado y atrapado en su propia espiral de errores estratégicos.
Fuentes de Génova han reconocido que el PP español podría votar en contra del Colegio de Comisarios en el Pleno del Parlamento Europeo. Sin embargo, este gesto tendría un impacto simbólico limitado, ya que la mayoría necesaria para la aprobación está garantizada gracias al acuerdo alcanzado entre populares, socialistas, liberales y ecologistas.
El papel de los medios y la extrema derecha
La campaña contra Ribera no se libró solo en las instituciones europeas. Desde algunos medios de comunicación en España, próximos al PP, se difundieron bulos y críticas sin fundamento sobre la vicepresidenta, siguiendo el guion de Vox. Esta estrategia no sólo fracasó en Europa, sino que dejó al PP español aún más aislado políticamente.