La lista es tan interminable como sorprendentemente anónima, sólo en contadas ocasiones se expone mediáticamente a un juez ante el espejo de los medios de comunicación por sus hechos o faltas. Sus señorías jueces y juezas son mortales aunque a veces se consideren dioses por muchas de sus acciones, sentencias, declaraciones u omisiones. Tanto es así que no falta el día que nos cruzamos en los medios de comunicación con una sentencia judicial de dudosa aplicación de la obligatoria perspectiva de género o directamente machista, o unas palabras en una conferencia para eruditos juristas que rayan o directamente caen en el machismo más carpetovetónico.
Algunos nombres de jueces, entre otros, que han expuesto públicamente expresiones, sentencias, actitudes o reflexiones machistas o sin perspectiva de género son Ricardo Javier González González (vio “jolgorio” en la violación de La Manada), Juan del Olmo (instructor del 11-M y magistrado que no vio delito en un maltratador con antecedentes que llamó “zorra” a su esposa o la amenazó con “una caja de pino”), María del Carmen Molina Mansilla y su famosa pregunta a una mujer violada: “¿Cerró bien las piernas, cerró toda la parte de los órganos femeninos?”… La lista podría continuar pero en muchas ocasiones el nombre del juez que evidencia tics machistas a través de sus sentencias es tapado por un manto de anonimato que lo protege de la exposición pública.
La piel fina de sus señorías es una cualidad sine qua non del gremio. Tanto es así que en 2018, en pleno caso de La Manada de los Sanfermines, nada más y nada menos que 750 magistrados españoles, lejos de mostrar su apoyo con la víctima,elevaron una queja ante el Consejo Consultivo de Jueces Europeos ante lo que consideraban “presión social” contra el tribunal que condenó solo a nueve años de prisión a los cinco integrantes de 'La Manada’ por abusar sexualmente de una joven de 18 años en los Sanfermines de 2016. Estos jueces denunciaban una “gravísima amenaza que se ha alzado contra la independencia judicial en España” e incluso hablaban de “linchamiento público”. No contentos con apuntar como responsables al movimiento feminista en general, medios de comunicación o periodistas, estos jueces también aseguraban que estos hechos contaban “con la complicidad y aliento de políticos que ven una oportunidad para mejorar sus réditos electorales y sin que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) haya contestado eficazmente a tan preocupantes amenazas contra la separación de poderes y el buen nombre de unos jueces injustamente atacados”. Lo dicho: una piel fina que no está acostumbrada a críticas de este cariz.
En pleno caso de La Manada de los Sanfermines, 750 magistrados españoles, lejos de mostrar su apoyo con la víctima, elevaron una queja ante el Consejo Consultivo de Jueces Europeos ante lo que consideraban “un linchamiento público”
“Que los jueces necesitáis formación en violencias machistas lo mandatan las leyes y lo dice la ONU: los estereotipos pueden hacer que los jueces interpreten erróneamente las leyes o las apliquen de forma defectuosa. De cajera a juez Velasco: cumpla la ley y póngase a estudiar”. Es la contundente respuesta que este lunes este lunes, 25-N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ha dado la ex ministra de Igualdad y actual eurodiputada por Podemos Irene Montero al juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que en una conferencia impartida el pasado 13 de noviembre arremetió contra Podemos y la ley del Sólo sí es sí, impulsada por Montero cuando ocupó la cartera ministerial de Igualdad.
Que los jueces necesitáis formación en violencias machistas lo mandatan las leyes y lo dice la ONU: “los estereotipos pueden hacer que los jueces interpreten erróneamente las leyes o las apliquen de forma defectuosa”
— Irene Montero (@IreneMontero) November 25, 2024
De cajera a juez Velasco: cumpla la ley y póngase a estudiar pic.twitter.com/Xvch8xomm9
De manera vehemente y altanera, Velasco arremetió contra lo que considera un aleccionamiento sobre el consentimiento desde Podemos a los jueces. “De repente se creyeron que estaban enseñándonos el mundo. Nos intentaron explicar qué es consentir... A un jurista, que llevamos desde el derecho romano sabiendo lo que es el consentimiento. Y el expreso, y el consentimiento tácito, y los actos consecuentes. Y mil cosas más que nunca aprenderá Irene Montero desde su cajero de Mercadona ni nos podrá dar clases a los demás”, ha asegurado el juez de la Audiencia Nacional, en unas imágenes publicadas este lunes por El País.
Como le ha recordado la eurodiputada, la propia Naciones Unidas recuerda a sus señorías que los “estereotipos pueden hacer que los jueces interpreten erróneamente las leyes o las apliquen en forma defectuosa”. Estos mismos estereotipos son los causantes, según Naciones Unidas, de que queden comprometidas “la imparcialidad y la integridad del sistema de justicia, que a su vez puede dar lugar a la denegación de justicia, incluida la revictimización de las denunciantes”. Sin duda, un mensaje mucho más claro y nítido que muchísimas sentencias sin la más mínima perspectiva de género.