El pleno de Les Corts Valencianes vivió este jueves uno de sus episodios más tensos en años. La sesión de control al 'president' de la Generalitat, Carlos Mazón, acabó suspendida durante 10 minutos debido a una escalada de gritos, insultos y reproches entre los diputados, todo provocado por un comentario del propio Mazón sobre Pedro Sánchez. La tensión, que ya estaba en el aire debido a las críticas por la gestión de la DANA, terminó estallando cuando el líder del Consell afirmó: "Yo me quedé en Paiporta con el rey, otros no", en referencia a la visita de Sánchez con los Reyes el pasado 3 de noviembre.
Baldoví enciende la mecha con su petición de dimisión
El detonante inicial del conflicto fue la intervención de Joan Baldoví, portavoz de Compromís, quien calificó a Mazón como un "presidente fugitivo" y pidió su dimisión inmediata por lo que consideró una "gestión ineficaz" de los daños ocasionados por la DANA. "No merece ser presidente. Si aún le queda algo de dignidad, debería dimitir", espetó Baldoví, acompañado de gritos de "dimisión, dimisión" desde la bancada de su grupo.
Mazón, lejos de calmar los ánimos, decidió contraatacar desde la tribuna. "Mientras unos estamos trabajando, otros se dedican al circo", señaló. Acto seguido, respondió directamente a las críticas sobre su presencia en Paiporta durante la visita de los Reyes: "Yo me quedé con el Rey, otros no". Estas palabras, que Mazón lanzó como un reproche hacia Pedro Sánchez, provocaron una reacción airada entre los diputados del PSPV.
Rovira aviva el fuego con un comentario incendiario
El ambiente se volvió aún más hostil cuando el conseller de Educación, José Antonio Rovira, intervino desde su escaño con un comentario dirigido a Baldoví: "Pedro Sánchez salió por patas de Paiporta". Esta frase, que los socialistas consideraron una justificación implícita de la agresión sufrida por el presidente del Gobierno durante esa visita, desató el caos en el hemiciclo.
El portavoz socialista, José Muñoz, se levantó de su escaño exigiendo la palabra y calificó las palabras de Rovira como una "vergüenza". "Ha justificado una agresión al presidente del Gobierno", denunció a viva voz. Mientras tanto, desde la bancada del PP y Vox se escuchaban gritos y comentarios como "macarra" o "enseña el móvil". La presidenta de Les Corts, Llanos Massó, intentó calmar la situación, pero la tensión era tal que se vio obligada a suspender la sesión.
Receso y recriminaciones cruzadas
El receso de 10 minutos decretado por Massó no fue suficiente para calmar los ánimos. Durante la pausa, los diputados de la izquierda permanecieron en el hemiciclo, mientras que los miembros del Consell y los parlamentarios del PP y Vox abandonaron la sala. La crispación era palpable, y aunque la sesión se reanudó posteriormente, el ambiente seguía cargado.
El pleno, que debía ser el último del año, terminó siendo un reflejo de la polarización política que se vive en Les Corts. La DANA, lejos de ser un tema para unir fuerzas y buscar soluciones conjuntas, se convirtió en el eje de una confrontación partidista que dejó en evidencia las profundas divisiones entre las diferentes fuerzas políticas.
El debate político se desborda en Les Corts
La sesión dejó una imagen preocupante de la política valenciana. Los reproches, los insultos y las interrupciones constantes marcaron una jornada que debería haber estado centrada en las soluciones para los afectados por la DANA. En cambio, la discusión derivó en un enfrentamiento personal entre Mazón y los líderes de la oposición, especialmente Baldoví y Muñoz.
Aunque Mazón intentó justificar su postura alegando que su gobierno está centrado en la "reconstrucción y la democracia", sus palabras fueron vistas como una estrategia para desviar la atención de las críticas hacia su gestión. "Ustedes se aferran al dolor y al odio", afirmó, en un mensaje dirigido a Compromís y al PSPV.
Conclusión: una política marcada por la confrontación
Lo ocurrido en Les Corts es un ejemplo más de cómo el clima de confrontación política está afectando la capacidad de las instituciones para abordar los problemas reales de la ciudadanía. Las tensiones acumuladas por la gestión de la DANA y los ataques cruzados entre los partidos han convertido la política valenciana en un campo de batalla donde el diálogo y el consenso parecen ser conceptos lejanos.
El comentario de Mazón sobre Pedro Sánchez y la respuesta de Rovira no solo desataron una bronca sin precedentes en el hemiciclo, sino que también dejaron claro que la política valenciana necesita un cambio de rumbo para recuperar la confianza de los ciudadanos. Mientras tanto, el pleno más bronco del año quedará en la memoria como un episodio más de la creciente polarización que caracteriza la política actual.