Sánchez impulsa la migración “segura y ordenada” desde África para asegurar el futuro de las pensiones en España

El presidente del Gobierno defiende la contribución de los trabajadores inmigrantes para el futuro económico de España mientras busca reforzar la cooperación migratoria con Mauritania, Senegal y Gambia

28 de Agosto de 2024
Actualizado a las 9:54h
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada al aeropuerto de Nuakchott. Fotos: Pool Moncloa/Fernando Calvo. Nouakchott (Mauritania) 27.8.2024
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada al aeropuerto de Nuakchott. Fotos: Pool Moncloa/Fernando Calvo. Nouakchott (Mauritania) 27.8.2024

Pedro Sánchez ha iniciado su gira africana con una clara prioridad en mente: asegurar que la inmigración hacia España sea un proceso seguro, ordenado y regulado. En un contexto de creciente presión migratoria, especialmente en las Islas Canarias, el presidente español ha subrayado la importancia de los inmigrantes en la economía nacional, destacando que serán esenciales para mantener el sistema de pensiones en las próximas décadas.

Durante su visita a Mauritania, la primera parada de su gira, Sánchez ha insistido en que la inmigración no puede ser vista únicamente desde la perspectiva de un control estricto de las fronteras. En lugar de ello, ha abogado por un enfoque integral que incluya la creación de rutas migratorias seguras y reguladas, que ofrezcan oportunidades tanto para los países de origen como para España. "Para España, la inmigración es riqueza, desarrollo y prosperidad", afirmó el presidente, alejándose de los discursos xenófobos que se han intensificado en Europa.

Pedro Sánchez en Mauritania

La llegada de Sánchez a Nuakchot no es casual. Mauritania, junto con Senegal y Gambia, es uno de los principales puntos de origen de los migrantes que intentan llegar a Europa a través de la peligrosa ruta atlántica. Desde esta región, cientos de cayucos han partido hacia las Islas Canarias en los últimos meses, aumentando la presión sobre las autoridades españolas para encontrar soluciones efectivas.

En su reunión con el presidente mauritano, Mohamed Ould Ghazouani, Sánchez destacó la importancia de los programas de migración circular, que permiten a los trabajadores inmigrantes acceder a empleos temporales en España, con el compromiso de regresar a su país de origen una vez finalizado el contrato. Este modelo, que ya ha mostrado resultados positivos en Marruecos y América Latina, es uno de los pilares de la estrategia migratoria que España pretende ampliar en África Occidental.

La situación migratoria actual es compleja y está marcada por la inestabilidad en el Sahel, donde miles de personas huyen de la violencia y la pobreza. Mauritania, con una frontera compartida con Malí, alberga a más de 200.000 refugiados, lo que convierte a este país en un socio estratégico para España en su lucha contra la inmigración irregular. En este sentido, Sánchez y Ghazouani han acordado intensificar la cooperación en la lucha contra el terrorismo, la radicalización y el crimen organizado, firmando un memorando de entendimiento para consolidar estos esfuerzos.

El Gobierno español también ha aprovechado la ocasión para animar a las empresas españolas a invertir en Mauritania, aunque hasta ahora la respuesta del sector privado ha sido limitada. A pesar de la promesa de 150 millones de euros en créditos, pocos proyectos se han materializado, lo que ha llevado al Ejecutivo a redoblar sus esfuerzos para atraer a los empresarios españoles a esta región.

Fortalecer las relaciones bilaterales con Mauritania

Además, Sánchez ha resaltado la importancia de fortalecer las relaciones bilaterales con Mauritania, anunciando la celebración en 2025 de la primera Reunión de Alto Nivel (RAN) entre ambos países, un gesto que subraya la relevancia estratégica de este país para España.

En su discurso, Sánchez no solo ha defendido la inmigración como un recurso económico fundamental, sino también como una cuestión de principios morales y solidaridad. Ha recordado que en el pasado fueron los españoles quienes buscaron oportunidades fuera de su país y ha subrayado la necesidad de combatir las mafias que explotan la desesperación de los migrantes. “La migración en España es riqueza, no es un problema sino una necesidad que implica ciertos desafíos”, declaró el presidente, en un intento por cambiar la narrativa negativa que se ha instalado en parte de la sociedad europea.

El impacto de estas declaraciones va más allá de las fronteras españolas. En un contexto global donde la inmigración se ha convertido en un tema polarizante, la postura de Sánchez busca ofrecer una visión más humana y pragmática del fenómeno, alejándose de las políticas de cierre de fronteras que ganan adeptos en otros países.

Crisis humanitaria en Canarias

Mientras tanto, la presión migratoria sigue aumentando en las Islas Canarias, donde se espera una oleada de llegadas en otoño, cuando las condiciones del mar mejoren. Hasta mediados de agosto, más de 22.000 personas han llegado de manera irregular a las islas, más del doble que en el mismo periodo del año anterior. Ante esta situación, el Gobierno español continúa buscando soluciones que permitan gestionar los flujos migratorios de manera eficaz y humanitaria.

La gira de Sánchez por África, que también incluirá visitas a Gambia y Senegal, tiene como objetivo consolidar la cooperación en materia migratoria con estos países, ofreciendo formación y oportunidades laborales a sus ciudadanos en España bajo programas de migración circular. Sin embargo, queda por ver si estos acuerdos podrán frenar las llegadas irregulares a corto plazo o si será necesario seguir buscando nuevas vías para gestionar un fenómeno que, según el propio presidente, es una necesidad para el futuro económico de España.

El éxito de esta gira dependerá en gran medida de la capacidad de España para concretar los acuerdos alcanzados y para movilizar al sector privado en apoyo de estos esfuerzos. Por ahora, Sánchez ha logrado asegurar el compromiso de los gobiernos africanos, pero el verdadero desafío será traducir estas promesas en acciones tangibles que beneficien a ambas partes.

Pedro Sánchez ha dejado claro que para España la inmigración es una cuestión clave no solo desde el punto de vista económico, sino también ético. En un momento en que Europa se enfrenta a desafíos crecientes en este ámbito, el presidente español ha apostado por un enfoque inclusivo y cooperativo que, aunque ambicioso, es esencial para asegurar un futuro próspero y estable tanto para España como para sus socios africanos.

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