En las últimas semanas, Alberto Núñez Feijóo, líder del PPPartido Popular (PP), ha endurecido significativamente su discurso sobre la inmigración, especialmente en lo que respecta a los menores no acompañados en Canarias. Este cambio de tono ha sido interpretado por muchos como un intento de acercarse a las posturas de Isabel Díaz Ayuso y la extrema derecha, en un contexto político cada vez más polarizado.
De la solidaridad a los límites
Hace apenas unos días, Feijóo garantizaba la “solidaridad” de las comunidades autónomas gobernadas por el PP para alojar a los menores migrantes que han llegado solos a España. Sin embargo, su discurso cambió drásticamente, pidiendo ahora “límites” a esa ayuda y sugiriendo que las comunidades autónomas solo pueden cumplir con sus obligaciones de acogida “hasta el máximo disponible”. Este giro se alinea con las posturas más reticentes de los barones del PP a imponer por ley la redistribución de menores extranjeros.
Feijóo ha argumentado que “nadie puede dar lo que no tiene” y ha criticado al gobierno de Pedro Sánchez por su manejo de la crisis migratoria. En paralelo, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha acusado al Ejecutivo de provocar un “efecto llamada” y de no “defender las fronteras”, en un lenguaje que recuerda al utilizado por la extrema derecha.
Pidiendo ayuda a europa
Durante un encuentro con líderes del Partido Popular Europeo en Cascais, Portugal, Feijóo solicitó ayuda a la Unión Europea para controlar la inmigración, señalando que las políticas migratorias deben regirse por el principio de solidaridad y reparto equitativo de la responsabilidad entre los Estados miembros. “Las fronteras españolas son fronteras europeas y, por tanto, es un problema que debemos de afrontar en común”, declaró Feijóo.
Feijóo expresó su preocupación por el aumento de inmigrantes irregulares en España y acusó al Gobierno de Pedro Sánchez de llegar “muy tarde” a este asunto. También mencionó la situación “límite” que viven autonomías como Canarias y criticó al Gobierno central por no adoptar medidas similares a las de otros países europeos que, según él, han tenido resultados exitosos.
Un discurso que se endurece
El cambio en el discurso de Feijóo se hizo evidente tras reunirse con los barones del PP en Salamanca, donde el partido presentó un compromiso para homogeneizar las pruebas selectivas para el acceso a la universidad. Tras esta reunión, Feijóo comenzó a hablar de la necesidad de poner “límites” a la acogida de menores no acompañados y de que las comunidades autónomas no tienen ninguna responsabilidad real en su acogimiento, sino que pueden “colaborar” hasta cierto punto.
En sus declaraciones en Onda Cero, Feijóo afirmó que “el problema es del Gobierno central, no es de las comunidades autónomas”. Argumentó que “no es competencia de la Comunidad Autónoma de Andalucía solventar los menores que entran en España de forma masiva”. Además, añadió que “si no ponemos límites, es imposible atender a todas las personas que están en Canarias retenidas y a las que parece ser que van a venir hasta el final de año”.
Comparación con la extrema derecha
El endurecimiento del discurso de Feijóo ha sido interpretado por muchos como un intento de acercarse a las posiciones de la extrema derecha, especialmente en el contexto de su colaboración con Vox en varias comunidades autónomas. Miguel Tellado, portavoz parlamentario del PP, ha reforzado esta percepción al utilizar un lenguaje similar al de Vox, al hablar de España como un “coladero” y de la “dejación de funciones” del Gobierno que, según él, ha llevado a un efecto llamada sin precedentes.
Tellado también defendió el silencio del PP nacional sobre el problema migratorio, argumentando que “no puede hablar en nombre de las comunidades autónomas porque sería una irresponsabilidad”. Este cambio en el discurso del PP ha sido visto como una estrategia para consolidar su base electoral y competir directamente con Vox por el electorado más conservador y antiinmigración.
Los derechos humanos de los migrantes en entredicho
El giro en el discurso del PP ha generado diversas reacciones. Algunos sectores del partido aplauden la firmeza de Feijóo, otros temen que este acercamiento a la extrema derecha pueda alienar a votantes más moderados. Por otro lado, organizaciones de derechos humanos y grupos de defensa de los migrantes han criticado duramente las declaraciones de Feijóo, argumentando que fomentan la xenofobia y la discriminación.
La situación en Canarias, que enfrenta una presión migratoria significativa, sigue siendo un desafío complejo. La petición de ayuda a la Unión Europea por parte de Feijóo destaca la necesidad de una solución coordinada y solidaria, pero también refleja las tensiones internas dentro del PP y las dificultades para encontrar una postura común en un tema tan delicado.
El endurecimiento del discurso de Feijóo sobre la inmigración y su solicitud de ayuda a Europa es un cambio significativo en la estrategia del PP, acercándolo a posiciones más extremas, de las que Ayuso gusta rodearse y generan un debate intenso sobre la política migratoria en España. Este viraje plantea preguntas sobre el futuro del PP y su capacidad para mantener una coalición diversa de votantes en un entorno político cada vez más polarizado. Mientras tanto, la situación de los menores migrantes en Canarias y otros puntos de entrada a España requiere soluciones urgentes y humanitarias que respeten sus derechos como personas. En definitiva que se respeten los derechos humanos.