El secretario general del Partido Popular ha querido dejar claro que Feijóo gobernará en solitario. Pero su mensaje, plagado de matices y contradicciones, evidencia lo contrario: el PP sigue atrapado en su dependencia electoral de la extrema derecha, aunque finja que no la ve.
Miguel Tellado ha salido a escena con su flamante título de secretario general del Partido Popular y, como quien pretende alzar una bandera de firmeza, ha terminado ondeando la bandera blanca de la incoherencia. Con su verborrea cuidadosamente domesticada, ha proclamado que el “compromiso” de Feijóo es gobernar en solitario. Lo ha dicho con gravedad, con solemnidad, incluso con ese deje de altivez que pretende sonar a autoridad... pero que no logra ocultar lo evidente: el PP no sabe, no quiere, o no se atreve a decir la verdad sobre su relación con Vox.
Tellado asegura que no habrá coalición con la ultraderecha. Pero lo hace después de eludir la palabra “compromiso” en rueda de prensa y solo usarla en una conversación posterior, en petit comité, como si la política nacional se jugara en los pasillos. ¿Esa es la transparencia con la que pretenden gobernar España?.
Es insultante que el número dos del PP crea que puede tener las dos cosas: rechazar a Vox de boquilla mientras gobiernan con ellos en ayuntamientos y comunidades autónomas. ¿O acaso debemos creer que el Feijóo que necesita a Abascal para entrar en la Moncloa será más exigente que el Feijóo que ya pacta en Castilla y León, en Extremadura o en la Comunidad Valenciana?
Tellado insiste en que el PP no busca arrinconar a Vox. Y ahí es donde la declaración pasa de ambigua a peligrosa. ¿Qué significa exactamente “no arrinconar” a un partido que defiende la recentralización, la censura cultural, el negacionismo climático y una regresión en derechos civiles? ¿No arrinconarlos implica dejarles la puerta abierta a la vicepresidencia si los números cuadran? ¿O significa simplemente que el PP necesita el voto de sus simpatizantes y no se atreve a ponerle límites morales a su ambición?
La realidad es cruda: Tellado pretende vestir de moderación una estrategia que depende directamente de la ultraderecha. El PP de Feijóo quiere los votos de Vox sin ensuciarse con Vox, como quien quiere nadar y guardar la ropa. Pero no se puede pedir “una mayoría suficiente” mientras se renuncia a cualquier principio sobre con quién se está dispuesto a compartir el poder.
La afirmación de que “solo hay dos opciones: Feijóo o Sánchez” no es más que un ultimátum disfrazado de sensatez. Lo que en realidad está diciendo Tellado es: “Aceptadnos con nuestras trampas o preparaos para otra ronda electoral.” Ni una palabra sobre pactos amplios, ni una mención al pluralismo democrático. Sólo la simplificación interesada de quien quiere convertir la política en una moneda de dos caras: la suya o el caos.
Tellado dice que quieren gobernar “concentrando el voto del centro y centro-derecha”. Pero, ¿qué centro es ese que necesita de Vox para sumar? ¿Qué derecha moderada es la que blanquea permanentemente a la extrema derecha y luego promete no casarse con ella?
El nuevo secretario general del PP no ha empezado con claridad, ni con valentía, ni con honestidad. Ha empezado mintiendo por omisión, hablando como un equilibrista que sabe que cada palabra puede costarle un voto. De momento, el único principio que parece tener Tellado es:
“Di lo que convenga hoy. Mañana ya veremos.”