La Comunidad de Madrid bajo la dirección de Isabel Díaz Ayuso, ha optado por externalizar la elaboración de la nueva Estrategia Madrileña para la Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, una decisión que ha generado polémica y rechazo por parte de sindicatos y organizaciones sociales. ¿Es este un retroceso en la lucha por la igualdad en la región? Se preguntan desde el sindicato.
La decisión de la Comunidad de Madrid de externalizar la elaboración de la nueva Estrategia Madrileña para la Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres ha encendido las alarmas entre los principales agentes sociales. Desde UGT Madrid, se ha manifestado un rechazo categórico a esta medida, que consideran un golpe directo a la participación de las organizaciones que representan a las mujeres en la región, así como a los sindicatos y empresas que históricamente han contribuido al diseño de políticas de igualdad.
La presidenta Isabel Díaz Ayuso ha defendido en varias ocasiones la necesidad de "agilizar procesos" y "buscar la eficiencia" como razones para externalizar ciertos trabajos de la administración pública. Sin embargo, la externalización de un proceso tan crucial como la elaboración de una estrategia de igualdad ha generado gran controversia.
Una estrategia afectada por la pandemia y prorrogada hasta 2024
La actual Estrategia Madrileña para la Igualdad de Oportunidades, que cubría inicialmente el periodo 2018-2021, se ha visto fuertemente afectada por la pandemia de COVID-19, lo que provocó importantes retrasos en su ejecución. Esto llevó a que se prorrogara sucesivamente en 2022, 2023 y, más recientemente, hasta 2024. Durante el proceso de creación de esta estrategia, UGT Madrid jugó un papel clave, participando en el diseño de medidas que buscaban promover la igualdad en la Comunidad de Madrid.
Es precisamente este enfoque colaborativo, basado en el trabajo conjunto entre el Consejo de la Mujer, las organizaciones sindicales y empresariales, lo que ha permitido, según UGT, que la estrategia anterior lograra avances significativos. En las Mesas de Trabajo del Consejo de la Mujer, donde se encuentran las principales asociaciones que luchan por la igualdad, se pudo discutir y acordar de manera participativa una visión integral sobre las necesidades de la región y las acciones dirigidas a corregir las desigualdades.
¿Realidad o Excusa?
Isabel Díaz Ayuso y su equipo han defendido la externalización como una vía para asegurar la eficacia del nuevo plan de igualdad, basando su justificación en que la estrategia anterior también fue externalizada parcialmente. Sin embargo, UGT Madrid ha señalado que este argumento es, en el mejor de los casos, engañoso. En el pasado, se externalizó únicamente la realización del diagnóstico de la situación, mientras que ahora se pretende externalizar también la elaboración de los ejes estratégicos, objetivos y actuaciones, una diferencia significativa que cambia por completo el enfoque del proceso.
UGT Madrid, junto con otros sindicatos y asociaciones, cuestiona si es posible elaborar políticas de igualdad de género sin contar con la participación de las organizaciones que representan a las mujeres. ¿Cómo se pueden proponer medidas efectivas para la promoción laboral femenina sin la implicación de sindicatos? ¿Es factible diseñar actuaciones para fomentar la corresponsabilidad y conciliación sin la participación de los agentes sociales?
Para UGT Madrid, la respuesta a todas estas preguntas es un rotundo "no". Rechazan la postura de la Comunidad de Madrid, argumentando que es imposible crear políticas de igualdad que sean realmente eficaces sin contar con la experiencia y el conocimiento de quienes trabajan directamente en estos temas.
Ayuso y la falta de medios
Ayuso ha sostenido que la Comunidad de Madrid no cuenta con los recursos materiales y humanos suficientes para llevar a cabo internamente la elaboración de esta estrategia, lo que justifica la externalización del proceso. Pero desde UGT Madrid consideran que esta es una excusa poco convincente. Si bien reconocen las limitaciones de la administración pública, insisten en que la falta de recursos no puede ser la razón por la cual se excluye a las organizaciones sociales y sindicales del proceso.
Más allá de la cuestión de los recursos, UGT ve en esta externalización una maniobra para debilitar el poder de las asociaciones de mujeres y los sindicatos en la toma de decisiones sobre políticas de igualdad. Para ellos, la externalización se traduce en una pérdida de control y de participación directa de los agentes sociales en la creación de políticas públicas que les afectan directamente.
Las Demandas de UGT Madrid
Ante esta situación, UGT Madrid ha hecho varias reivindicaciones claras. En primer lugar, exigen que la nueva estrategia de igualdad sea elaborada con la participación activa de las organizaciones que representan los intereses de las mujeres en la Comunidad de Madrid. Consideran que la colaboración entre el gobierno regional y los agentes sociales es fundamental para asegurar que las políticas de igualdad respondan a las necesidades reales de las mujeres madrileñas.
Además, UGT Madrid subraya la importancia de que tanto los sindicatos como las organizaciones empresariales estén involucrados en la creación de estas políticas, especialmente en lo que se refiere al empleo. El acceso al mercado laboral, la promoción profesional, la formación, y las medidas para facilitar la conciliación son aspectos fundamentales que deben ser tratados de manera participativa.
Finalmente, UGT Madrid reclama mayor transparencia en todo el proceso. Para ellos, la externalización no solo pone en riesgo la calidad de la estrategia, sino que también socava la confianza en la administración regional. Exigen que todas las voces relevantes tengan un espacio en la toma de decisiones, tal como ocurrió en la anterior estrategia, en la que la participación fue uno de los pilares fundamentales.
Un paso atrás en la igualdad
Desde UGT Madrid, el mensaje es claro: la externalización de la elaboración de la nueva Estrategia Madrileña para la Igualdad de Oportunidades es un error que podría tener graves consecuencias para la igualdad de género en la región. Ayuso y su gobierno deben reconsiderar su posición y abrir nuevamente las puertas a la colaboración y el diálogo con los agentes sociales. La lucha por la igualdad es una responsabilidad compartida y no puede, ni debe, externalizarse.
La decisión está ahora en manos de Isabel Díaz Ayuso, pero el rechazo de UGT Madrid ya ha dejado claro que no cejarán en su empeño de defender los derechos y la participación de las mujeres en las políticas que afectan directamente su bienestar.