En un contexto marcado por elecciones generales celebradas el 23 de julio,Vox ha solicitado acceso a las actas electorales con el objetivo de comprobar la corrección de los resultados de las elecciones que tuvieron lugar el día 23. Esta solicitud se enmarca en su interés por llevar a cabo un escrutinio general de los comicios, una práctica que ya han realizado en elecciones anteriores.
Estas elecciones se han caracterizado por un incremento significativo del voto por correo debido a su realización en una época vacacional, lo que generó ciertas complicaciones en el reparto de la documentación electoral. Sin embargo, el proceso electoral ha sido limpio y transparente, y los resultados, sin ninguna dudareflejan fielmente la voluntad popular.
No obstante, preocupa la creciente actividad de movimientos de extrema derecha que están empleando tácticas similares a las utilizadas por figuras políticas como Donald Trump en Estados Unidos y Jair Bolsonaro en Brasil. Estos grupos están difundiendo información falsa y sesgada para cuestionar la legitimidad del proceso electoral.
Uno de los argumentos utilizados por estos grupos es que no se contabilizaron 2,3 millones de votos, pero se aclara que esta cifra es incorrecta debido a que no se toma en cuenta a los ciudadanos registrados en el censo que residen en el extranjero (CERA). A pesar de esta aclaración, ciertos sectores de la extrema derecha continúan llevando a cabo una campaña agresiva para deslegitimar los resultados electorales.
La fundación ultra CitizenGo, ya lo avanzaba este diario ayer, ha solicitado un nuevo recuento de votos,aunque lo más preocupante es la advertencia sobre la posibilidad de que estos grupos extremistas intenten llevar a cabo acciones violentas y contrarias a la democracia, tomando como referencia lo sucedido en el Capitolio de Estados Unidos en enero de 2021.
El panorama político se encuentra marcado por la desconfianza y la polarización provocado por la extrema derecha. Tanto los actores políticos como la ciudadanía en general deben mantener la confianza en el sistema democrático y respetar los resultados electorales como base fundamental de la convivencia democrática. Además, es importante abordar la preocupación por los movimientos de extrema derecha que buscan desestabilizar y socavar la legitimidad del proceso electoral y la democracia en su conjunto.