En el año 2008, Bernard Madoff fue detenido y su empresa, Bernard L Madoff Investment Securities (BLMIS), intervenida por haber ejecutado la mayor estafa piramidal de la historia.
Tal y como publicó Diario16 en exclusiva, se ha presentado ante el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España (BdE) una denuncia en la que se reclama la revocación de la licencia bancaria a Banco Santander y la inhabilitación de Ana Patricia Botín y otros altos directivos por, precisamente, su presunta implicación en la estafa de Madoff.
En la denuncia se señala, al igual que en la querella presentada en la Audiencia Nacional, cómo distintos empleados y entidades bancarias (como UBS) advirtieron al Santander de las irregularidades de BLMIS que evidenciaban el manifiesto fraude piramidal que posteriormente salió a la luz. Pese a disponer de esos informes, correos y advertencias de febrero de 2002, junio de 2004, agosto de 2005, julio y octubre de 2006 y marzo de 2007, durante más de 5 años, según se indica en la denuncia, en el Santander «no requirieron ni recopilaron la documentación e información que sus empleados requerían y, por el contrario lo único que hicieron fue crear en octubre de 2007 el subfondo Landmark para seguir invirtiendo en BLMIS después de que UBS les obligó a cerrar el subfondo LIF-USEP por su exposición a la estafa piramidal; lo que demostraría la participación en el fraude de las entidades y personas mencionadas en este escrito».
Sin embargo, el documento denuncia algo más inquietante. Tras la detención de Madoff «Banco Santander, Optimal, Banif y M&B empezó a negociar acuerdos con sus clientes, siendo estos acuerdos una nueva estafa -que agravaba la anterior- por cuanto el Grupo Santander hizo firmar a sus clientes unos acuerdos para que no reclamasen judicialmente, acuerdos en los que se les restituía una ínfima parte de sus activos mediante unas leoninas participaciones preferentes, habiendo previamente minusvalorado las participaciones de los clientes en los respectivos fondos como consecuencia de la estafa piramidal pero no en la proporción real en la que el fraude impactó en la cesta de fondos. Por tanto, el valor liquidativo que se facilitó a los clientes era falso desconociendo el cliente al firmar el acuerdo transaccional el valor de la verdadera pérdida experimentada en su capital invertido».
Según se indica en la denuncia presentada por Eduardo-Martín Duarte, abogado y accionista del Santander, la minusvaloración era engañosa por cuanto la estafa piramidal no afectó al 100% de la participación sino solamente a la parte que se había ‘colocado’ en BLMIS por cuanto las participaciones se componían de una cesta de inversiones en las que BLMIS no representaba el 100%.
Por ello, «el valor liquidativo del producto que se facilitó por Banco Santander, Optimal, Banif y M&B –e incluso BANESTO- a sus clientes para inducirles a firmar el acuerdo era falso, por lo que se engañó a los clientes para conseguir la firma de los acuerdos que son constitutivos de otra verdadera estafa de la que serían exclusivos responsables Banco Santander, Optimal, Banif, M&B y sus administradores y gestores cuya inidoneidad se denuncia e inhabilitación de todos ellos se propone al haber obviado la defensa de los intereses de sus clientes en su beneficio propio, ya que dichas entidades habrían salido incluso beneficiadas al facilitar un valor liquidativo falso a sus clientes y quedarse el Banco Santander, Optimal, Banif y M&B la parte del valor liquidativo de la cesta que le habría sido ‘escamoteada’ a sus clientes en los acuerdos».