En Dubái los ricos del mundo están descubriendo lo que bien podría convertirse en lo último en refugios seguros para grandes fortunas.
Los multimillonarios, por supuesto, siempre han tenido sus escapadas, lugares soleados a los que iban a relajarse en una comodidad opulenta. Pero Dubái está emergiendo como algo más que un mero escape de la rutina diaria y se está convirtiendo en el lugar donde los ricos acuden a garantizar su futuro multimillonario.
Hay signos evidentes de esa transformación. Durante la primera mitad de 2022, Dubái registró un incremento del 18% en los residentes multimillonarios. La ciudad ahora ocupa el primer lugar en Oriente Medio en riqueza de individuos de alto valor neto y alberga a 202 residentes con fortunas personales más de 100 millones de dólares.
En un primer momento, la mayoría de los multimillonarios que establecen sus empresas y su residencia en Dubái provienen de los Estados Unidos y el Reino Unido. Sin embargo, hay un mercado inmobiliario en ciernes que está sirviendo de refugio para otras nacionalidades, como Rusia.
Según un informe realizado por los economistas del Observatorio Fiscal de la UE y el Centro de Investigación Fiscal de Noruega, desde la invasión de Ucrania en 2022, los ciudadanos rusos han comprado 6.300 millones de dólares en propiedades existentes y en desarrollo en Dubái.
El emirato se ha vuelto famoso por sus grandes rascacielos. Sin embargo, quien haya estado allí sabe que un importante número de planta de esas espectaculares construcciones están vacías. Se trata de inversiones extranjeras que, en muchos casos, esconden presuntas operaciones de blanqueo de capitales.
La afluencia de inversiones rusas en el sector inmobiliario de Dubái en los últimos años ya fue documentada hace tiempo, pero los registros de propiedad filtrados en 2022 brindan una instantánea de su alcance.
Esos datos se obtuvieron como parte de Dubai Unlocked, una enorme investigación periodística en la que participaron, entre otros, Organised Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el periódico financiero noruego E24.
La investigación sobre el floreciente y secreto mercado inmobiliario de los Emiratos Árabes Unidos muestra cómo políticos, presuntos delincuentes y supuestos evasores de sanciones compraron activos inmuebles en algunos de los barrios más exclusivos de Oriente Medio
Por su parte, el informe de los economistaspresenta estimaciones actualizadas de propiedades inmobiliarias extranjeras para los años 2020 a 2024, basándose tanto en la filtración como en datos de transacciones adicionales.
La cantidad de dinero ruso que fluye hacia el sector inmobiliario de Dubái se ha multiplicado por más de diez tras la invasión de Ucrania. Esto demuestra cómo la ciudad se convirtió en un destino principal para la élite rusa que pretende evadir las sanciones o que escapaba de la guerra.
De los 6.300 millones de dólares en propiedades residenciales compradas, una estimación conservadora, según el informe, 2.400 millones eran propiedades existentes y 3.900 millones todavía estaban en construcción.
Rusos en Dubái
Entre los inversores inmobiliarios en Dubái descubiertos por la investigación periodística se encontraban actores clave de la política rusa, empresas estatales y negocios, así como personajes como la espía Anna Chapman.
Chapman fue arrestada en Nueva York en 2010 por espionaje y, posteriormente, se benefició de un intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia. Los registros de propiedad señalan que compró un apartamento en Dubái a principios de 2022 por más de medio millón de dólares, poco después de promocionar inversiones inmobiliarias para rusos en el emirato, según publicó E24.
No había pasado ni un mes de la invasión ilegal rusa de Ucrania, cuando uno de los diputados más ricos de la Duma, Grigory Anikeev, compró un ático por valor de 13 millones de dólares en el exclusivo Serenia Residences on the Palm, según se indica en la información de la investigación periodística.
En abril de 2022, Irina Kupareva, expareja de Anikeev y madre de uno de sus hijos, también se convirtió en propietaria de un apartamento de 140 metros cuadrados en el mismo complejo. A principios de este año, el apartamento se alquiló por 84.000 dólares al año. Olga Poliakova, madre de otro de los hijos de Anikeev, también es propietaria de dos inmuebles en Dubái por un valor total de 3 millones de dólares.
Los registros de propiedad publicados en el Dubai Unlocked incluyen a 5.000 ciudadanos y empresas rusos como propietarios de 6.600 propiedades residenciales en Dubái por un valor estimado de 3.300 millones de dólares. Además, los periodistas descubrieron que varios ciudadanos rusos aparecen en los datos con otras nacionalidades y números de pasaporte. Este es un punto importante, dado que el uso de ciudadanías múltiples ayuda a las personas sancionadas a evadir investigaciones policiales.
Los economistas de la Unión Europea estimaron que la inversión rusa total en activos inmobiliarios residenciales en Dubái fue de 4.800 millones de dólares en 2022, incluso más de lo que reveló la investigación periodística, lo que convierte a los rusos en el séptimo lugar entre los propietarios extranjeros de propiedades residenciales.
Riesgos de blanqueo de capitales y evasión fiscal
Los investigadores descubrieron que, en 2020, los extranjeros poseían aproximadamente 98.000 millones de dólares en bienes inmuebles residenciales en Dubái, una cifra que saltó a 121.000 millones en 2022. Eso es el 43% del valor total de todos los bienes inmobiliarios residenciales y más que cualquier otra ciudad del mundo. También poseían 39.000 millones en propiedades en construcción.
El enorme tamaño y escala de la inversión extranjera en el mercado inmobiliario de Dubái representa una «vulnerabilidad al blanqueo de capitales», advirtió el informe de la UE.
El sector inmobiliario es uno de los sectores propensos al blanqueo de dinero y que requiere mayor atención y diligencia debida. Dubái ha convertido en un argumento comercial mirar para hacer la vista gorda.
La escala de la inversión extranjera en Dubái tiene implicaciones no sólo para el emirato sino también para otros gobiernos, ya que crea un importante punto ciego para las autoridades fiscales extranjeras. Por ejemplo, alrededor del 70% de las propiedades de Dubái propiedad de contribuyentes noruegos no se declararon a efectos fiscales en 2019.