Los datos del paro registrado publicados ayer por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) han vuelto a mostrar lo que en Diario16+ llevamos analizando desde hace años. El mercado laboral en la España de Pedro Sánchez crece en número de cotizantes y baja los desempleados en términos absolutos a costa de un incremento de la precariedad, la estacionalidad y la temporalidad de los puestos de trabajo que se crean.
Las respuestas del Ejecutivo Sánchez muestran que va hacia el mismo modelo que defendió el gobierno de Mariano Rajoy: «mejor un mal trabajo que no tener trabajo». Si no se quiere ver la causa, no se podrá alcanzar jamás una solución efectiva y real, porque la precariedad y la temporalidad del empleo que se crea en la España de Sánchez es, quizá, la causa principal de que el país lidere los índices de pobreza en la Unión Europea, tal y como han señalado en repetidos informes desde la Comisión.
El fin de la campaña de contratación navideña, centrada sobre todo en servicios, dejó un mes de enero con 38.725 personas más en paro. Estas cifras, tanto cuantitativas como cualitativas, demuestran que el mercado laboral vuelve a mostrar su carácter estacional y precario. En la España de Sánchez se siguen creando puestos de trabajo que duran unas semanas o días, muy ligados al turismo y los servicios, es decir, los sectores más precarios. Cuando terminan las campañas, se vuelve a destruir empleo con la misma facilidad que se crea. Casi 2,6 millones de trabajadores no tienen empleo, y esa es una situación que en un gobierno progresista se espera que revierta. En cambio, no implementan políticas que lo haga. Siempre es mejor maquillar las estadísticas para sacar grandes titulares.
No hay más que analizar en profundidad los datos publicados por el SEPE, es decir, cifras oficiales. Aquí no hay fango, ni bulos, es lo que dice la estadística del gobierno. La precarización del empleo se refleja en un aumento de la contratación temporal y a tiempo parcial. Los contratos temporales durante el mes de enero han supuesto el 58,13 % del total, casi un 4% más que en diciembre.
Por otro lado, la parcialidad en la contratación indefinida durante el mes de enero ha sumado 12.282 contratos más en esta modalidad hasta los 114.998, lo que supone un aumento cercano al 12%. Y también se han firmado 222.314 contratos temporales a tiempo parcial que, aunque se reducen un 13,73% con respecto a diciembre, suponen un 5,29% más que en enero del año pasado.
De los 1,2 millones de contratos que se han firmado, 505.331 se corresponde a la modalidad más precaria: el eventual por circunstancias de la producción. Es decir, un 42% del total, casi el mismo número de indefinidos.
Además, respecto a diciembre, se han firmado 31.199 de contratos más que en diciembre en un mes en el que ha subido el paro registrado. Es decir, otra muestra de la precariedad de la contratación en esta España.
La parcialidad es ya una constante preocupante en el mercado laboral. En enero supuso el 27,78 % de los contratos realizados, un 0,2% por debajo del mes de diciembre, pero siendo un porcentaje aún muy elevado. En la España de Pedro Sánchez es una constante sistémica la creación de empleo precario, que no permite vivir ni que los trabajadores se sostengan económicamente. Esta situación empuja a miles de trabajadores al pluriempleo para alcanzar unos ingresos suficientes para sobrevivir, no para vivir con dignidad.
La desigualdad sigue siendo también una tónica general del mercado laboral. En enero, el desempleo femenino ha aumentado por encima del masculino, 31.869 paradas más frente a 6.856 desempleados. También lo ha hecho el paro juvenil, con 36.162 jóvenes en paro este mes. Luego habrá quien se sorprenda de que los menores de 35 años estén votando a la extrema derecha.
El gobierno de Sánchez tiene muchos debes en lo que se refiere a las políticas laborales efectivas. Son necesarias que desde el Ejecutivo se adopten medidas urgentes para combatir esta precariedad estructural, aumentando la estabilidad del empleo mediante políticas que incentiven la contratación indefinida real. También es clave una verdadera reforma del mercado laboral para evitar abusos en la contratación indefinida y parcial, que incluya políticas de empleo activo exclusivas para jóvenes y mujeres, sectores especialmente vulnerables. Sánchez no ha entendido, desde que llegó al gobierno en 2018, que en España es imprescindible que las políticas laborales se orienten hacia la estabilidad, la calidad y la igualdad, no hacia la propaganda de los datos absolutos.
Las clases medias y trabajadoras no pueden continuar con esta normalización de un mercado laboral que excluye y precariza, como demuestran los datos oficiales. Sánchez tiene suerte de que no hay sindicalistas como los que, con una huelga general, estuvieron a punto de tumbar a un gobierno con mayoría absoluta, y de que, como señaló a Diario16+ un alto dirigente sindical, «si esta situación fuera con un gobierno del PP, ya se habría convocado más de una huelga general».