La lista de traiciones de Pedro Sánchez no tiene fin

01 de Noviembre de 2023
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Sanchez Listado Traiciones

Ya no es noticia que Pedro Sánchez diga o prometa una cosa y haga la contraria porque ese ha sido su modus operandi desde que está en política, tanto a nivel interno del PSOE como en la Presidencia del Gobierno.

La defensa de la amnistía, que tanto el PSOE y como los ministros socialistas del Ejecutivo defendieron que era anticonstitucional, es la penúltima, como lo será, a buen seguro, la convocatoria de un referéndum de autodeterminación, sí, de una consulta porque si Pedro Sánchez ha afirmado que eso es ilegal, entonces se hará lo contrario.

La defensa de la amnistía sólo es posible si se interpreta la ley con la misma estrategia de retorcimiento o de dar apariencia de legalidad que aplica, por ejemplo, el Tribunal Supremo para mantener la impunidad de la banca frente a sus estafas.

Si se hiciera un análisis de todas las veces en las que Pedro Sánchez ha dicho o prometido una cosa y se ha hecho lo contrario daría para escribir un texto que superaría en volumen a la Enciclopedia Espasa. Sin embargo, hay algunos elementos que son tan crueles y dolorosos que es necesario repasarlos para ver la catadura moral del personaje. No se trata de cambios de opinión, más bien es el indicio de un supuesto trastorno de mitomanía.

La autodeterminación del Sáhara

El Partido Socialista Obrero Español ha defendido siempre la autodeterminación del Sáhara Occidental a través de la celebración de un referéndum, tal y como exige Naciones Unidas. En todos los congresos federales del PSOE había representantes del Frente Polisario. Hasta el 40 Congreso, en el que no se les invitó.

Pedro Sánchez, por defender sus intereses personales (o para, tal vez, evitar que el contenido de su teléfono móvil saliera a la luz), decidió traicionar tanto al PSOE como al pueblo saharaui para entregarse al rey de Marruecos. Todavía no ha dado explicaciones sobre las razones reales de ese cambio de postura tan radical. Habló en el Congreso de los Diputados, es cierto, pero nadie se creyó lo que dijo porque todas sus palabras sonaban falsas…, bueno, como todo lo que sale por su boca.

La traición de Pedro Sánchez al PSOE y al Sáhara Occidental es de tal calibre que es una violación flagrante del derecho internacional. Pero eso a Pedro Sánchez le da igual.  

La carta de Pedro Sánchez en la que se unía a la estrategia de Marruecos respecto al Sáhara Occidental llevó a España a incrementar la vulneración constante del derecho internacional y el abandono de sus responsabilidades hacia el Sáhara Occidental.

El propio ministro de Interior de España, Fernando Grande Marlaska, cuando era juez de la Audiencia Nacional reconoció que España es la administradora del Sáhara Occidental. En un auto del año 2014, afirmó lo siguiente: «España sigue siendo la Potencia Administradora del territorio, y como tal, hasta que finalice el periodo de la descolonización, tiene las obligaciones recogidas en los artículos 73 y 74 de la Carta de Naciones Unidas, entre ellas dar protección, incluso jurisdiccional, a sus ciudadanos contra todo abuso, para lo cual debe extender su jurisdicción territorial para hechos como los que se refieren en la querella a que se contrae el presente procedimiento».

Sánchez, por satisfacer sus intereses personales, fulminó cualquier responsabilidad de España y traicionó a su propio partido. Si ya lo ha hizo con el Sáhara ocupando la Presidencia del Gobierno, ¿cómo no lo iba a hacer con la amnistía ilegal que ya ha pactado con, al menos, ERC?

En el 40 Congreso Federal, la corriente de opinión Izquierda Socialista reclamó, precisamente, que se cumpliera con lo establecido por Naciones Unidas y se iniciaran los procedimientos necesarios para la convocatoria de un referéndum de autodeterminación que sólo puede convocar España. El PSOE de Pedro Sánchez volvió a demostrar que su posición es pro Marruecos y la Comisión, cumpliendo con las necesidades del secretario general, votó en contra, por lo que la enmienda no pasó al pleno del Congreso.

Posición con la Monarquía

El Partido SOCIALISTA Obrero Español es una formación política que durante más de 130 años ha defendido la República como forma de Estado para España. Sin embargo, Pedro Sánchez lo ha convertido en un partido monárquico y borbónico. No hay más que ver la satisfacción que sintió durante la jura de Leonor de Borbón y Ortiz y su proclamación como heredera a la Jefatura del Estado. ¿En un país democrático se entiende la máxima autoridad no sea elegida por sufragio universal? Eso sí, no lo duden, cuando le interese lo contrario, Sánchez se hará republicano y se pondrá trajes rojos, camisas amarillas y corbatas moradas.

Además, para evitar que el republicanismo crezca dentro del partido, durante el 40 Congreso Federal del PSOE, se impidió la votación de las enmiendas republicanas.

En concreto, tal y como denunciaron a Diario16 distintos delegados de Izquierda Socialista, en la a Comisión 4 no se ha permitido votar las enmiendas presentadas por la corriente de opinión porque son desestabilizadoras y darían un mensaje negativo a la unidad que pretende transmitir el presente Congreso.

Izquierda Socialista presentó enmiendas en la que se apostaba por una renovación del Pacto Constitucional de 1978 que fue firmado en unas circunstancias políticas, económicas y sociales muy concretas y que la sociedad española ya está preparada para afrontar una consulta popular sobre el modelo de Estado.

La corriente socialista señalaba en su enmienda que había que iniciar todos los procesos establecidos por la Constitución para aplicar las reformas necesarias que llevaran a que el pueblo español pudiera acudir a votar democráticamente sobre la Jefatura del Estado. Es decir, que todo lo planteado estaba basado en que fuera el PSOE quien liderara una posición claramente republicana para dar a los ciudadanos la posibilidad que se le hurtó en 1978.

Sin embargo, el hecho de cumplir con lo establecido por la Constitución para la ponencia de la Comisión, liderada por Rafael Simancas, no ha sido suficiente y se ha excluido la enmienda porque es desestabilizante. ¿Desestabiliza hacer las cosas como indica la ley? Evidentemente, no. Lo que ocurre es que el PSOE es el principal responsable de que la Monarquía, la institución que Franco decidió que ocupara la Jefatura del Estado, siga donde está.

Ahora, para aprobar la amnistía total y favorecer los intereses del líder supremo, el PSOE y sus militantes van a ser cómplices del mayor ataque constitucional perpetrado desde el poder.

Traición ideológica

La gestión de Pedro Sánchez del Partido Socialista se ha caracterizado por la incongruencia, la traición (ideológica y personal), la felonía y las contradicciones sostenidas por sus intereses personales. Todo ello, evidentemente, con la imposición de un sistema dictatorial no muy alejado de la España de Franco o de la Unión Soviética de Stalin.

Cuando Sánchez necesitaba ser de izquierdas, el partido era de izquierdas. Cuando precisaba ser más moderado, se pasaba del socialismo a la socialdemocracia. Eso sucedió en el 40 Congreso, donde el PSOE vivió la segunda traición ideológica de su historia. La primera la perpetró Felipe González con la renuncia al marxismo. En el Congreso de Valencia, directamente, se renunció a cualquier ideología que no fuera la de sostener a Pedro Sánchez a costa de lo que fuera.

Ahora Sánchez necesita los votos del independentismo catalán y, evidentemente, ha utilizado todo su poder para traicionar, incluso, su juramento de cumplir y hacer cumplir la Constitución. Ya ha pactado con Esquerra Republicana una amnistía total, es decir, todo lo reclamado por la formación soberanista. Por tanto, se lo ha tragado todo, como hará con Junts, lo que hace presagiar que habrá referéndum de independencia cuando necesite esos mismos votos para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. ¿Nadie en el PSOE lo va a parar, como ya se hizo en 2016? Con los estatutos sanchistas no se podrá, porque Sánchez se cuidó mucho en el 39 Congreso de blindarse bien. Pero aún queda la esperanza de la dignidad parlamentaria.  

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