El BCE está dispuesto a generar más dolor, desempleo y hambre

04 de Noviembre de 2022
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Lagarde BCE

Tal y como analizamos en Diario16, los bancos centrales del mundo, casi sin excepción, ahora están ocupados intentando matar moscas a cañonazos. Según la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), el Banco Central Europeo (BCE) o el Banco de Inglaterra, sólo con enormes incrementos de los tipos de interés se puede frenar la inflación.

Estos aumentos de los tipos de interés, según los bancos centrales, desacelerarán la economía, desinflarán la demanda de los consumidores y harán que los precios se reduzcan. Sin embargo, se están equivocando y con graves consecuencias para la ciudadanía. 

El presidente de la FED, Jerome Powell, ya está reconociendo las dificultades que están provocando las subidas de tipos. El crecimiento económico más lento y la desaceleración de la creación de empleo hacen que sea inevitable, según Powell, «algo de dolor a los hogares y las empresas».

La realidad es que el verdadero dolor que están causando estas medidas recae solo en los trabajadores. Las subidas de tipos de los bancos centrales tienen implicaciones muy graves para las rentas medias y bajas. Los hogares se tienen que enfrentar a unos costes mucho más elevados en financiación y vivienda, por ejemplo. La disminución de la demanda de los consumidores, evidentemente, se traduce en menos trabajos y menos horas para aquellos que aún trabajan.

Sin embargo, el BCE está dispuesto a provocar una recesión que genere ese dolor, a que se incrementen las tasas de desempleo y a que suban los niveles de pobreza, una vez más.

Christine Lagarde ha asegurado que no permitirá que se arraigue la inflación. Por tanto, al igual que ha hecho la FED, próximamente anunciará una subida nueva subida de tipos.

«No debemos permitir, y no permitiremos, que la inflación alta se arraigue. Tenemos el compromiso de que la inflación vuelva a situarse en nuestro objetivo a medio plazo, y la determinación de adoptar las medidas necesarias para hacerlo. Tendremos que subir los tipos de interés hasta niveles que permitan que la inflación vuelva a nuestro objetivo del 2% a medio plazo», ha dicho Lagarde.

Con esta estrategia las cosas van a empeorar aún más para las clases medias y trabajadoras si los bancos centrales continúan con su obsesión por subir los tipos de interés. Según un reciente informe del Banco Mundial, los riesgos de una recesión mundial se han disparado.

No es necesario colapsar la economía para controlar la inflación. Hay que controlar la acumulación de riqueza que incrementa la desigualdad y la codicia corporativa. Estos ricos, especialmente aquellos que se sientan en los lujosos despachos de las grandes corporaciones, son los que realmente están impulsando los aumentos de precios que alimentan la inflación. De eso, el BCE no habla y demuestra cuáles son sus prioridades.

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