El discurso hipócrita del PP sobre la mascarilla: Ayuso la rechaza en Madrid, Mazón la recomienda hasta en el transporte público en Valencia

10 de Enero de 2024
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El uso de mascarillas deja de ser obligatorio en los medios de transporte portugueses.

El discurso hipócrita del PP a cuenta del rechazo a las mascarillas empieza a quedar en evidencia. Mientras dirigentes como Isabel Díaz Ayuso se han negado a acatar la obligación de portar la tela higiénica como medida de prevención en hospitales y centros de salud, otros como Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana han entendido que la Sanidad pública puede estar al borde del colapso y ha lanzado una serie de recomendaciones para que los ciudadanos utilicen la mascarilla en su día a día y de forma habitual y cotidiana.

Según informa el diario Levante-EMV, “no ha hecho falta obligar a nadie para que la mascarilla se imponga en el transporte público y los espacios cerrados. Ayer el Consell dio un paso más y desde las Conselleria de Educación y Función Pública emitieron una serie de recomendaciones a adoptar en centros educativos y desde la propia Administración. El mensaje se centra en que, ante cualquier síntoma de proceso vírico se use la mascarilla, además de lecciones aprendidas de la pandemia como ventilación o mantener una distancia prudencial siempre que sea posible”.

De modo que el discurso contradictorio del PP empieza a soltar un tufo a demagogia barata. Cuando van a Madrid, los barones territoriales de Génova hacen seguidismo de la ácrata e insumisa Ayuso. Sin embargo, cuando vuelven a su terruño adoptan todas las medidas necesarias para proteger la salud de sus paisanos. “La mascarilla empieza a ser una realidad en el transporte público y se suman a ámbitos educativos, administrativos y sanitarios. Llevar la boca y nariz a cubierto en el autobús, el metro y lugares sin ventilación va a más, ya sea para protegerse a sí mismo ante un posible contagio o para evitar la propagación del virus ante síntomas de infecciones respiratorias. Sea por lo que sea, la medida cobra fuerza entre la población”, añade el diario Levante.

Es evidente que hay un doble rasero. Ayuso ha tratado de hacer de la mascarilla un arma electoral contra Pedro Sánchez, obviando que el uso de esta herramienta sanitaria ayuda a evitar contagios. La presidenta de Madrid prefiere seguir haciendo populismo barato antisanchista y seguir jugando a la insumisión contra el Gobierno central antes que aplicar políticas sanitarias científicas para proteger la salud pública. Todo por sus propios intereses políticos personales, ya que cualquier batalla cultural le vale en su carrera por llegar a ser la candidata alternativa al presidente del Gobierno. Otros, como Mazón en Valencia que no están en esa aventura, enfocan el problema de la 'tripledemia' (gripe, covid y bronquiolitis) con criterios mucho más racionales y con más sentido común.

Tras el subidón de casos la última semana del año, los contagios de gripe se estancaron la primera semana de 2024 en la Comunidad Valenciana, pero la previsión es que el pico se alcance dentro de unos 15 días. El 2023 acabó con los casos de gripe cuadruplicados, lo que desató la alarma en el Gobierno regional del PP. Cabe recordar que la Comunidad Valenciana fue pionera en imponer el uso de la mascarilla en centros sanitarios. El Gobierno autonómica prevé extender la medida por todos los centros sanitarios del país, de forma transitoria, al ser una medida “básica”, “eficaz”, “sencilla”, “avalada por la ciencia” y “que tiene que ver con lo aprendido en la pandemia”, según Levante-EMV.

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