La ciudadanía no sabe que en España se está desarrollando una operación política al más alto nivel sólo comparable a las que se ejecutaron durante la Transición. La atomización de las opciones políticas que se está produciendo como consecuencia de la crisis económica de 2008 y de la falta de respuestas a las necesidades de la ciudadanía fue permitida por las élites porque, en principio, favorecía los intereses de los poderosos. La división de la izquierda, con la actual ley electoral, a priori, beneficiaba al Partido Popular. Sin embargo, no ha sido así porque en la derecha también se ha producido una división en tres formaciones (ahora en dos) que lastra mucho a quienes pretenden que nada cambie y que lo que cambie sea para aumentar la desigualdad.
Por esta razón, en los dos ámbitos ideológicos estorban tanto Podemos como Vox y, en consecuencia, se está gestando una operación de vuelta al bipartidismo basada en el retorno, tanto de PP como de PSOE a posiciones políticas muy cercanas, al igual que ocurre en los países del centro y el norte de Europa.
Esta operación ya se implementó en Italia hace unos meses, con el golpe del presunto socialdemócrata Matteo Renzi que derrotó de un plumazo al Movimiento 5 Estrellas (extrema izquierda) y a la Forza Italia de Matteo Salvini. Italia, ahora, está gobernada por Mario Draghi, un representante del capitalismo más inhumano y cruel. No en vano, el actual primer ministro italiano procede de Goldman Sachs y fue presidente del Banco Central Europeo.
La polémica generada por la retirada del escaño al diputado canario Alberto Rodríguez, de Unidas Podemos, ha generado un duro enfrentamiento entre los dos partidos de la izquierda que aún no se sabe si afectará al gobierno de coalición, donde el ambiente ya está muy tenso por las injerencias y el intrusismo de Nadia Calviño respecto a la derogación de la reforma laboral.
El hecho de que tanto la derecha como los ultras estén aplaudiendo a Meritxell Batet, presidenta del Congreso de los Diputados, es un síntoma de que algo ha cambiado en el último mes. Hasta los representantes del gobierno de Isabel Díaz Ayuso se han posicionado a favor de Batet.
En concreto ha sido el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López, quien ha celebrado que la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, haya retirado "por fin" el escaño al diputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez en cumplimiento de la condena impuesta por el Tribunal Supremo por, supuestamente, pegar a un policía en 2014 durante una manifestación en La Laguna.
Tras asistir a un acto, el secretario de Justicia del PP ha aplaudido que Batet haya "hecho lo que tenía que hacer" abandonando "posturas iniciales de dudas que la colocaban fuera de lo que es la legalidad".
López, además, ha incidido en sus ataques a Podemos, al afirmar que es "muy grave" que "España tenga el peor gobierno de la democracia con miembros" como la ministra de Derechos Sociales, lone Belarra, que "imputa un delito de prevaricación" al Tribunal Supremo.
"No hay que olvidar que Podemos está en el gobierno de España y es grave, un gobierno en el que está Podemos, en manos de radicales y apoyado por los independentistas en Cataluña y herederos de Batasuna en el País Vasco. Hay que decir basta ya al presidente y tiene que tomar una decisión de forma urgente", ha exigido.