Desde 2002 cuando Álvaro Uribe ocupara su primer periodo presidencial, hasta hoy 2022, los herederos del Cartel de Medellín han cumplido con creces los sueños de Pablo Escobar, Colombia no es solo el primer exportador de droga del mundo sino además el segundo país en organizaciones criminales después del Congo.
Sin embargo, el giro hacia los valores mafiosos que promulga el uribismo han encontrado resistencia en algunos sectores de la sociedad a los que no han podido asesinar ni coaccionar.
Colombia, primer productor de cocaína en el mundo
Veinte años en el gobierno por parte de la organización política más cercana al cartel de Medellín en Colombia no podría tener otra conclusión, al momento de escribir este artículo, Colombia es el máximo productor de droga del mundo.
Bajo el mandato uribista, se bloqueó a través de tratados de libre comercio la producción agrícola enfocada en los alimentos para dedicar las montañas andinas que lo surcan, en grandes extensiones de ganadería y cultivos de coca.
Una de las más evidentes acciones enfocadas en el narcotráfico es la relación de la fuerza pública, principalmente el ejército, muy cercano a Álvaro Uribe, como base estructural de las organizaciones del sector.
Los vínculos del uribismo con organizaciones de narcotráfico se hacen permanentemente evidentes, sus candidatos y miembros del partido Centro Democrático son capturados cada tanto por sus actividades ilícitas.
El segundo país en organizaciones criminales
La permisividad cómplice del uribismo solo compite con su doble discurso y con su habilidad para construir cifras falsas que oculten algo evidente, su evidente relación con organizaciones criminales.
Si bien el uribismo viene directamente de personas vinculadas a carteles de la droga, también se nutre con mafias de la corrupción, de robo de tierras y de la trata de personas.
Se puede decir sin temor a equivocarse que en el 2022 el uribismo entrega un país saqueado y dedicado al narcotráfico con estructuras criminales de todo tipo.
El primer país en asesinato de civiles
Con este enfoque rapaz del favorecimiento del crimen, una desafortunada cifra asociada es el asesinato de civiles.
Difícilmente puede encontrarse un país en el globo donde estructuralmente, incluso desde el mismo Estado, se lleven a cabo la cantidad de asesinatos de jóvenes, mujeres, niños, campesinos, indígenas o cualquiera que se oponga o entorpezca los planes de los carteles de la droga respaldados por la fuerza pública.
El asesinato de líderes ambientales y la ejecución de masacres para despojar campesinos de sus tierras, fueron el pan de cada día bajo el periodo uribista.
Cabe recordar que los asesinatos de líderes sociales se cuentan por miles, así como las ejecuciones de civiles denominadas “Falsos Positivos”.
Sin duda alguna, uno de los periodos más sanguinarios dentro de un planeado proceso de exterminio de civiles ejecutado por una organización del narcotráfico, medido paso a paso y ejecutado a conciencia con múltiples sectores asociados al cartel, incluyendo periodistas, medios de comunicación, financiadores y lavadores de activos.
Líderes en desplazamiento forzado
Desde 2015 Colombia es uno de los países con mayor desplazamiento forzado del mundo con una cifra que supera anualmente las 72 mil personas.
Y no es para menos, con una maquinaria de muerte sembrando el terror en zonas rurales que el cartel quiere ver desiertas para apropiarse de tierras, la ciudadanía no tiene otra escapatoria que huir hacia las grandes ciudades, esconderse y reiniciar en zonas rurales o irse a aventurar al exterior para proteger sus vidas.
Las oleadas de terror que siembran los carteles, curiosamente se coordinan muy bien con los grupos armados de extrema derecha proclives a la ideología uribista.
El segundo país en desigualdad del continente
Si bien cifras como el PIB en Colombia muestran un país en crecimiento, lo cierto es que el capital que fluye en el país latinoamericano está narcotizado por el lavado de activos, a tal punto que dichos flujos de capital solo tocan a una parte minoritaria de la población mientras el resto padece índices alarmantes de pobreza extrema.
Y es que concentrar la estructura productiva de un país en enriquecer a una organización criminal y a sus socios no tiene un efecto distinto al que tendría una dictadura sangrienta, de un lado una élite criminal insaciable absorbiendo todos los recursos de la sociedad, y del otro lado el 99% sometido, amenazado, intimidado, consumiéndose en la absoluta pobreza.
El uribismo, para granjearse a sus cómplices los llenó de riqueza a partir de la miserabilización de la sociedad colombiana.
A los militares los acercó al narcotráfico, a los cómplices más ricos los exoneró de impuestos o los puso a recibir los subsidios del Estado que deberían recibir los más pobres.
Algo así como cuando un asaltante está robando un camión y para no ser denunciado vincula a quienes deberían impedir el delito: a las autoridades a los transeúntes y a los periodistas, o en otras palabras, una vez sometida la víctima, que los que quieran obtener beneficios aprovechen.
El quinto país en impunidad
De cada 100 delitos en Colombia solo se castigan 6, y la poca justicia que se busca ejercer es permanentemente atacada por el Uribismo.
El movimiento liderado por Álvaro Uribe se caracteriza por sus ataques permanentes a la justicia, no solo desde vías judiciales sino con espionaje, campañas de desprestigio e incluso amenazas.
Los reyes de la corrupción
Con el uribismo en el gobierno bloqueando el actuar de la justicia y desviando las acciones de los entes de control, el saqueo a manos llenas ha sido un diario vivir de los colombianos.
Las cifras de robo y saqueo de las arcas del Estado son cada vez mayores por parte de esta organización criminal.
Un país con sus recursos esquimados
Como buen representante del fascismo, el uribismo lleva 20 años arrasando al país, como último objetivo para enriquecerse.
El saqueo del Estado y el exterminio de civiles es apenas una de sus formas, la otra evidente es la destrucción de los recursos naturales bajo el objetivo de extender sus grandes latifundios para la producción de coca.
¿Cómo lograr reconstruir un país después de semejante toma criminal de más de 20 años? Sin duda la comunidad internacional deberá brindar algún tipo de respaldo al gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez que asumirá labores el 7 de agosto de 2022.
Fuentes clave:
https://www.lafm.com.co/colombia/colombia-primer-productor-de-cocaina-del-mundo-segun-la-onu
https://www.pares.com.co/post/la-impunidad-en-colombia-una-realidad-alarmante