Elon Musk es, en la actualidad, el hombre más rico del mundo, con una fortuna de más de 250.000 millones de dólares, según las cifras publicadas por la revista Forbes. El crecimiento de su riqueza se produjo, sobre todo tras la pandemia.
El 18 de marzo de 2020, Elon Musk tenía una fortuna valorada en poco menos de 25.000 millones de dólares. A principios del año siguiente, se convirtió en la persona más rica del mundo con un patrimonio neto de 185.000 millones de dólares.
Tras la disminución de sus activos por la compra de Twitter (ahora X) y la caída del valor de las acciones de Tesla, la riqueza de Musk casi alcanzó su pico de 2022 con 252.000 millones de dólares.
En la campaña electoral de las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre, Musk se ha posicionado claramente con Donald Trump. Incluso, llegó a participar en un mitin (donde bailó como si no hubiera un mañana) y a hacerle una entrevista al candidato republicano. Este apoyo incondicional es, realmente, una inversión, porque la vigencia de las leyes fiscales que aprobó Trump en 2017 termina al año que viene. Se trata de una cuestión económica, no política. Musk no quiere pagar los impuestos que le corresponden y, de este modo, seguir incrementando su riqueza a costa de lo que haga falta.
Sin embargo, la riqueza del magnate se cimenta sobre el dinero público. Según un análisis publicado por Político, Musk es el mayor beneficiario de contratos del gobierno de los Estados Unidos. Es decir, el dueño de Tesla no quiere pagar impuestos, pero cimenta su riqueza sobre el dinero público.
Dos de las principales operaciones comerciales de Musk, Tesla y SpaceX, han recibido miles de millones de dólares del dinero de la ciudadanía. El gobierno de los Estados Unidos ha «subcontratado su programa espacial” a SpaceX, y Tesla, una empresa de vehículos eléctricos inestable cuando Musk la compró, sólo “despegó después de recibir 465 millones de dólares en subsidios de la administración Obama en 2010», señala Político.
Musk ha cobrado muchos millones de dólares del Departamento de Defensa, la NASA y la comunidad de inteligencia estadounidense, a lo que hay que sumar los subsidios gubernamentales y créditos fiscales a la industria de vehículos eléctricos que tanto han impulsado a Tesla.
A esto hay que sumar cómo Elon Musk apenas paga impuestos gracias a las lagunas legales que la Administración Trump dejó a propósito para que los multimillonarios las aprovecharan.
En 2021, un informe conjunto de la Oficina de Administración y Presupuesto y el Consejo de Asesores Económicos de la Administración Biden calculó que las 400 familias multimillonarias más ricas de Estados Unidos, entre 2010 y 2018, «pagaron un promedio de solo el 8,2 por ciento de sus ingresos» en impuestos sobre la renta.
Es decir, en Estados Unidos, los millonarios pagan mucho menos que cualquier persona de clase media y trabajadora. De eso se aprovecha Musk y por eso apoya a Trump, para seguir ganando dinero a costa del dinero público pero sin aportar un dólar.