Indignación y repugnancia es lo que sienten los familiares de los mayores muertos en soledad ante las reclamaciones de deuda por estancias en residencias durante la pandemia. La Comunidad de Madrid, bajo el liderazgo de Isabel Díaz Ayuso, ha comenzado a enviar reclamaciones de pago a familias de fallecidos en residencias durante los críticos meses de la pandemia de COVID-19. Según informa Cadena SER, estos avisos de deuda, que demandan el abono de los costes de estancia de los mayores hasta su fallecimiento, han reabierto heridas aún no cicatrizadas para los familiares afectados.
“Es como si el asesino de mi padre me pidiera el dinero de la bala”
Ángela Armingol, quien recibió una carta solicitando el pago de 901,58 euros por la estancia de su padre en la residencia Amavir Valdebernardo hasta su muerte en abril de 2020, expresó su incredulidad y dolor ante la demanda. “La he leído de todas las maneras posibles porque no podía creer lo que estaba viendo. Nos ha hecho revivir una etapa tremendamente dolorosa”, comentó Armingol a Cadena SER.
La indignidad del Gobierno de Ayuso
María de Álvaro, destinataria de una carta similar, compartió su indignación, cuestionando la humanidad detrás de la decisión de reclamar estos pagos después de la tragedia vivida. “Es como si no hubiera importado el sufrimiento por el que pasamos, como si lo único que importara fuera saldar una cuenta”, afirmó.
La justificación ofrecida desde la Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, que apunta a una obligación legal de reclamar deudas a ciudadanos, ha hecho poco para apaciguar el malestar general. La respuesta institucional, que también incluye la posibilidad de presentar un recurso de reposición o una reclamación económico-administrativa, ha sido recibida con escepticismo y desaprobación por parte de las familias afectadas y la opinión pública.
Falta de sensibilidad hacia las familias
La denuncia en el pleno de la Asamblea de Madrid por parte de la diputada socialista, Lorena Morales, subrayó la fricción entre la gestión de la crisis por parte de la Comunidad y las experiencias vividas por los ciudadanos. Morales criticó duramente la falta de sensibilidad hacia las familias, destacando el contraste entre las acciones de la administración y las necesidades reales de los madrileños en momentos de dolor y pérdida.
Este episodio ha generado un debate sobre la empatía y la eficacia de las políticas públicas en tiempos de crisis, cuestionando la ética detrás de decisiones que afectan profundamente a las familias ya marcadas por la tragedia de la pandemia.s, junto con el contexto político y social en que se inscribe esta controversia.